Pero por otro lado, sinceramente me gusta el té, y quiero a alguien (lately, no es cualquier alguien) para poder tomármelo al atardecer y hacerle tostadas. Tengo aficiones de 60añero, nociones del mundo de 50añero, gustos de 40añero, preocupaciones de 30añero, y cuerpo y estilo y vida de 20añero y qué.
Pero nada de esto es nuevo, así que no estaría llegando a ser artículo del blog
salvo por la novedosa idea que quizá
esto de ser bicharraco bimodal es justamente mi gracia.
A ver si la muchacha se da cuenta.
6 comentarios:
Should-be's, could-be's.
Pero no entiendo: En el fin del primer párrafo, dices "debería ponerme más lolo" y al fin del segundo párrafo dices que vives como lolo (which is true).
No cashé ná logo.
Que debería ser even lolier. The lolest.
You don't go full lolo. It is known.
Pero bueno, mientras no dejes de ser el tipo con profundidad, bien. Tienes razón, reconozco el vértigo del desenfreno y el descaro, y de las oportunidades no-perdidas aún cuando no se gana.
La verguenza es breve, el orgullo infinito. O eso noté la otra vez, al otro día luego de ser rechazado por una loca que conocía desde hace dos horas. Feels good man.
Oops, lo estoy acotando mucho.
¿y del mundo tineiller? ¿nada? si yo tuviese que escribir esto, pondría que mis preocupaciones son de treinteañera, pero siempre (y de verdad SIEMPRE) con una mentalidad tineiller. es más simple la vida así, creo.
No, gracias a dios lo tineiller quedó atrás.
Qué vida de excesos, dramas y locura.
es la mejor etapa de la vida. de hecho, cuando escriba mi novela corta autobiográfica (mejor que Desayuno en Tiffanys, contaré la gran historia de mi vida adolescente, aunque incluso me refiera a mi vida en los veinte.
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