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14 de octubre de 2013

Nabokov y La Atmósfera

Estoy leyendo los cuentos completos de Vladimir Nabokov. Vienen en orden casi-cronológico, así que estoy leyendo al ruso que habla de Rusia, y después desde Alemania mira el exilio y su Rusia sin demasiada nostalgia, o más bien, con una nostalgia que no le empobrece el relato. No ha aparecido el rusoamericano de Lolita, para nada.
Cuando me propuse escribir esto, tenía más o menos en mente citar algunos pasajes. No lo voy a hacer porque no serviría de nada; esto se trata de explicar por qué no. Borges diferencia el cuento de la novela de una manera meridiana: el cuento usa unos personajes para narrar una historia; la novela usa una historia para dibujar unos personajes. Los cuentos de este ruso están… en un lugar intermedio. Quizá en otro lugar. Hay personajes, hay historias, hay veces que hay más de lo uno o de lo otro. Cuando Cortázar hace Rayuela puedes darte cuenta que es difícil hacer el dicotómico de Borges, porque todo Oliveira es un chorizo para tratar de meterte la duda sobre el otro lado, una búsqueda violenta de un proceso mental que va más allá de dibujar a Horacio, sino que Horacio lo justifica o permite (quizá Cortázar logró su metanovela, en el sentido que si un cuento tiene los personajes como excusa para la historia, y la novela su historia como excusa para sus personajes, Rayuela tiene su historia y sus personajes como excusa para su idea).
No hay nada de ese fragor de búsqueda en Nabokov. Sorprendentemente desde los primeros relatos, la hechura no muestra las costuras; el sujeto sabe exactamente lo que te quiere decir, y te lo dice al oído, con las palabras que quiere. Quizá son metacuentos también, porque lo que se te queda no son los sucesos, sino el ambiente. La maestría no está en que te queda una sensación, no; lo que pasa cuando terminas un cuento, y te quedas un ratito en silencio, digiriendo, es un sentimiento, preciso, muy delimitado, orquestado con perfección. Vladimir te quiere llevar a un recoveco específico de tu alma, y si lo lees con la debida atención, te lo muestra entero. 

No puedo citar los cuentos de Nabokov porque no podría transmitirles lo que quiero transmitir; porque cada cuento se necesita a sí mismo para construir, con una arquitectura linda, delicada, cuidadosa sin ser frágil, el sentimiento que te quiere provocar. Tendría que citar el cuento entero. Para eso, mejor léanse los cuentos completos, de Vladimir Nabokov.

25 de noviembre de 2012

Del Lado de Allá

Preámbulo
Sustancia
Exordio:

La lectura superpuesta y en clave casi religiosa de Borges, del Tao Te King, de Cortázar, la escucha atenta de algunos cánticos viejos, de los Beatles como de los Brandenburgos o Steven Wilson, Chesterton, Truman Capote, la poesía un poco lánguida de Auden, me han devenido en uno – o varios encadenados, ahora me acuerdo del Cannard Enchaîné al momento de escribirlo: “encadenados” – de esos fenómenos que Morelli denominaba antropofanía.

He estado frente a la misma falsa y electrónica página blanca a la que estoy ahora opuesto desde varias pantallas distintas con su fría luz blanca tratando de decirlo, chocando con una aceptación profetizada contra el muro de aquello-que-no-puede-ponerse-en-palabras justo porque su presencia presupone un con equa, non.

La naturaleza imita al arte, se repite como mantra en todo Julio desde 1914 hasta 1984, pero desde el comienzo discrepé y puedo defenderme ahora con miríada de ejemplos: La naturaleza es el arte:

Ya, por paso de tiempo y de intentos, habiendo prescindido de la voluntad de deciros: He descubierto el universo, releo una serie de poemas (La que sigue). El ser humano trasciende en forma aproximativa, insistía mi profesora de teología; parapetado en esa defensa, esto es un puente a mi revelación esotérica de principios. 

Pero así como la etiqueta vainilla en el frasquito sólo dice algo a quienes ya han olido el mejunje, acepto que no importando las complejidades de la hermenéutica, sólo el iniciado traduce, y el iniciado es sólo y siempre el redactor del alfabeto. Alguno de ésos habrá por allí que tropiece en este lugar y comulgue.


Tema:

Sing of the Exile

(i)
For I have been rejected from the world, I am the world;
rise up and so sing upon not these lands, cornucopy,
no, but the sung is me, I am the sung, the sing, the song,
oucast, wasted, wretched, withered, I am, I sing, I,

for I have been seen insufficient, new totems I rise,
and this brave new world can't be measured but against them own
limbs and feet and hands, 'cause this world is me, and yes I am,
all that satisfies but my shape and sight and forms shall have.

(ii)
Yo he olvidado
las canciones del exilio
pues es sino ése
el exilio verdadero: el olvido
el dejar
de saber
que se ha sido ostracizado
una raíz
o un final.

Lejano he sido largamente
en el fondo de mí lo que yo era desvanece,
y miles de almas cantan mi coro
bajo la dirección vacía de mi ethos alienado,
con un llene
insatisfactorio
de mis viejas bóvedas vacías.

(iii)
Como ye he sido desalojado del mundo
yo soy un mundo,
y es este mundo nuevo, éste, en todo territorio,
soy yo, yo soy, y mis formas llenan la tierra

todo lo que puede ser es comparable a mis miembros,
es relativo a mis miembros, más,
mis miembros son todo lo que puede ser
todo lo posible es mi cuerpo
yo agoto toda la posibilidad
soy divino en este mundo
mucho cuidado con esta teología completa,
este don profético también.

(iv)
En un cubo de metal pesadísimo
duerme comprendida la forma de un cono, secreta,
y si yo la revelo dormida
la escindo quebrándola de su forma total,
si yo la toco en su ausencia inexistida.

El retorno del cono al cubo interesa,
el regreso de la forma a lo oculto,
Heisenberg, del punto a la nube,
interesa el fin del exilio,
o su anverso posible, importa,
importa la imposibilidad concreta del retorno;

La persistencia de la aislación y el veto de la semilla.

Motiva en la tetralogía la noción de un impostor
el cono obliterado de su cubo
la persistencia del cubo prescindiendo de su cono
una figura que no retorna
y que no es, modo alguno, requerida,
un cono que sugiere un cubo considerado imposible,
habiendo perdido sus marcos de referencia.


                      * * *




Mirror Discussions

(i)
Me alimento de un espejo
de una barra de hierro azul, tétrica,
de las alas sueltas
de alguna mosca
o alguna paloma
alguna cosa por nombrar

vaya uno a saber, descifra tú mis letras y mírate tu propia voz.

(ii)
Entendí entonces la diferencia
entre las abluciones correctas de un cuerpo
de mi cuerpo
y la tarea escandalosa y filistea
de lustrar enérgico
                            la superficie en la cual me reflejo
de lavar el rostro de en el muro
hasta esperar de desgaste verlo desaparecer,
tocar mi carne trémula,
sensible,
sensitiva,

pero los corpúsculos en mis dedos se han especializado
los músculos de mis dedos se han especializado
y ahora todo el tacto es vidrio
y ahora los codos rígidos no los puedo maniobrar

El hambre en la sangre me mueve de vuelta allí donde no me sé resolver

(iii)
Calzad vuestros coturnos y vestid vuestra persona
No
os creáis aquello - yo no sé,
no puedo saber desde dónde deriva, sale -
de que tenéis naturalezas ab-originales
pero mirad, mirad y sabed que no hay nada que antes no
que esto sólo ha de interpretarse como una danza de espejos
si os tocáis con ternura y justicia ved
no sóis sino ejercicios
ensayos de uno u otro modo de una única criatura viable
al abominable ser que es.

Yo he pretendido ser ese ser;
tomad vigilia de dónde
y hacia dónde
están colocadas las superficies reflectantes
notaréis las cosas inquietantes,
sabréis sin palabras que yo soy la loba salvaje



                      * * *




En el fondo lo que yo quiero decir es que Borges tiene razón, la definición de las esferas está mediada por la distancia entre los puntos al centro, y que la vida es una sola, la distimia y la alegría son más que las caras de una misma moneda: yo estoy para decir de una moneda fabulosa con una sola cara, imposible, pero la única verdadera. La binariedad del bien - mal debe ser abolida, es falsa, los objetos deben contener todo lo posible de ser en ellos contenido, y así debe ser tomado el universo para ser hecho participio. 

Si lo paso pésimo en el turno y después salgo cantando "Getting Better" con el solcito pegándome rico en la cara no es que sea un ciclador rápido. Desgraciada dialéctica que aserra mi lenguaje y no me deja decirlo de otro modo que éste: Lo malo de las cosas es parte de su bondad.