Advertencia

Este blog NO es el blog del Médico Juan - Ignacio Reculé Rivera. Si usted busca a ese facultativo, puede encontrarlo AQUÍ.

21 de diciembre de 2013

Inversión

Hay
una forma de escribir un verso
que me ha estado eludiendo
con el fragor de un pez.

<< Como un cerezo
en llamas de puro florecido.
Cargado hasta las témporas de su diminuta flor.
Estallando en el aire
como la consagración del emperador amarillo. >>


Eso es lo que quiero decir,
                                          y decirlo referido a ti
para tratar de espejarte
para dar una idea.

Yo no pretendo
como el de Stratford
que cuando la piel se te haga cuero encima
te sobreviva acá la lozanía.

Mis maneras son más modestas
yo quiero atisbar algo
acercarme de refilón
oler tu aroma desde + cerca.      Sólo quiero
dar esa idea
                   como los cerezos
                   como una pirotecnia imperial

pero me falla lo demás
no doy con el andamiaje,

cómo tomarte de tus manos
esas manos como 2 semillas de sésamo
y llevarte hasta allí
decirte:


Como un cerezo, en llamas de puro
florecido, cargado a las témporas
con el fardo de su diminuta flor

Domo de la imperial China prohibida
amanecido a la luz de artificio
don fugaz por los aires propagado

También un huracán que se quedase
sin aviso y de pronto silencioso
fin de arcoiris ardiendo en las llanuras
piel de loto en lo alto del monasterio

Tanto, tanto más. Se miniaturiza
toda dulce ilusión de la palabra
podan su solemne orgullo silencio y
llanto, nada en verdad te puede expresar.

18 de diciembre de 2013

Áreas de Confort

No, no me refiero a grandes explanadas de papel higiénico*. Me refiero al kibbutz, de límites cambiantes y algo imprecisos, pero de centro claro, donde me muevo sin dudas; el terreno donde he decidido (¿o construido un?) estar-bien, estar-en-control.

(Claro, porque yo soy de esos que está bien cuando está en el control, salvo al centro, muy al centro del kibbutz y ahí sí que no llega casi nadie)

En verdad no sé bien a dónde apunta esta entrada (posiblemente lo principal era la talla del confort), porque de las áreas de confort y lo importante que es salirse de ellas ya ha hablado todo el mundo (sobre todo los libros de autoayuda, dios me libre de parecerme a uno de ésos). Me interesa quizá el detalle de cómo se forman las zonas de confort:

Son de naturaleza reactiva

No son realmente lugares en que nos sentimos bien. Son lugares opuestos a aquellos en los que en algún momento nos sentimos mal. Quizá la diferencia no sea evidente en primera instancia, pero ofrece un cambio de juego: la magia no está en salirse del área de confort, sino en proveerle a la amígdala** y al núcleo accumbens*** (ahhh creyeron que se iban a librar de mi jerga) suficientes exposiciones para deshacerse del área de disconfort.

Corolarios: el área de confort desaparecerá entonces; la "aventura" de salir del área de confort desaparecerá junto con ello pues no habrá diferencias. Corolario del Corolario: el mundo real tiene su gracia en que está desprovisto de valor, todo es neutro y experimentable con placer. Y con dolor.

No tengo más que decir.
Las enseñanzas del día de hoy son gentileza de Luciana, el sol en persona.




*chiste chileno. Por antonomasia de marca, en Chile llamamos "confort" al papel higiénico.
** bueno ya, la amígdala se encarga de reconocer patrones e identificar situaciones predictoras de daño y desatar la respuesta de estrés (ejemplo: si participo de un choque en un auto, es la amígdala la que después cree que todos los autos son malos y me hacen sudar frío en todos los cruces sin semáforo), y el ***accumbens, por el contrario, es el encargado de reforzar las conductas placenteras y hacerlas repetitivas (esto vale desde las relaciones sociales hasta las adicciones)