Advertencia

Este blog NO es el blog del Médico Juan - Ignacio Reculé Rivera. Si usted busca a ese facultativo, puede encontrarlo AQUÍ.
Mostrando entradas con la etiqueta Reflexión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Reflexión. Mostrar todas las entradas

6 de agosto de 2012

Campos de Estudio

"camino, paro
sigo caminando
y me pregunto dónde llegaré
hallaré así mi hallazgo?
no hago caso,
rebelde paso
un vaso con agua
me canso
pienso descanso duermo sueño
y necesito el olor del placer
el deseo del amor el sexo de una mujer
soy aquel que permanece siempre así
yo soy aquel que permanece siempre así"


"Lo peor es tener buenas ideas antes de acostarse; no son tan buenas, pero te inquietan lo mismo"


Un staff me preguntó el otro día cuál era el plan de ruta en mi vida académico; le expliqué más menos los qués y los porqués, y me miró un rato y dijo calidad de vida. ¿Por qué tienes esas cosas tan claras ahora, tan chico? respondí en función de la hija y todas esas vainas que suenan bien, la parte de yo entré a esta carrera para ser un hombre libre y no un esclavo me la guardo porque todos tenemos ropa tendida en ese campo. El tipo era sutil porque quedó como para adentro y después hablamos justamente de eso, de los hijos, y que se daba cuenta que la carrera tira para el lado opuesto de la vida y que él se había creído salmón pero que le resultaba más o menos, tirando para menos. Y se quedó pensando.

Parece que sí, que tengo claro que hay que vivir 40 años más con la carrera y quererla así, como viene, desgraciada, tirana, brutal, a menos que derechamente giremos el volante hacia otras latitudes. Mientras Tiro de Gracia me traía desde los noventas el futuro, la default network se me puso a hacer lo que hace mejor, combinar todo esto con todo aquello, y entonces JI por qué no preguntarse ¿qué sucede? ¿que no tengo esa misma claridad para con generar parejas, a saber, la gran tarea de mi vida?

Quizá en verdá soy un tarado medible en unidades astronómicas y en verdad no quiero tener a alguien para ser feliz, quizá sólo soy una rata egoísta y quiero el trophy-wife, alguien fermoso que me corone. Pero en verdad no es verdad, si sé que mientras más par es mi par, más me maravillo y me gozo y me siento envuelto en una bufanda de nirvana. ¿Entonces qué? ¿Me he vuelto lo que nunca quise ser (cfr. a Dream Theater y su Octavarium), un ser plagado de dignidad, inmóvil, frenado por los considerandos?

Tal vez qué. No lo sé - Quizá otra cosa impide la expresión de la sabiduría. He hallado un problema irresoluto, y qué si no eso
es un Campo de Estudio.


"and i think of all the good things
that we have left undone
and i suffer premonitions
confirm suspicions
of the holocaust to come
the rusty wire that holds the cork
that keeps the anger in
gives way"

- Waters, "Two suns in the sunset"

1 de agosto de 2012

Bitácora Urbana


A la salida de pabellón, sonaba White Flag. Como mi sistema límbico vive convencido de que tengo 15  y ovarios, no pude dejar de sonreírme al pensar en lo natural que me cae la letra, y que en verdad, me gusta Dido. Después trate de acordarme quién era Dido, de verdad Dido, y no pude. Con esa media sonrisa del que se ríe de sí mismo, me cayó el recuerdo de la vez en que casi por si acaso toqué esa canción con la Edith a cargo del canto, y cielos que gustó (Edith canta pero muy bien, sacamos lugar en el concurso, no me lo esperaba), y me di cuenta que eso es en cierto modo to become full circle. Verdad que yo escuchaba Dream Theater.

***

Con Matías comentaba que la oscuridad en la vida del interno se puede medir en cómo sus estánderes se empobrecen, y cosas más y más nimias se convierten en la (única) fuente de felicidad. Hacerse el café con la cantidad exacta de endulzante; que la mascarilla quede realmente bien puesta y no se caiga ni moleste en la nariz. Pues haberme visto hoy; fuime a hacer lustrar los zapatos, quedaron como nuevecillos, y mi cara, sol de la mañana radiante, qué felicidad. De reojo se me coló en la alegría la observación que el lustrín (voy al que está al lado del unimarc de la Católica) usa zapatillas, qué sinsentido. Luego pensé con algo de culpaextrañezasorna que no es tan diferente de un psiquiatra que ha probado dos IRSS distintos (si usted está leyendo ese link, no, no es por esa penúltima indicación, ¿queda claro?). Luego me di cuenta que no, que es precisamente lo opuesto.

***

"Yo soy el que camina delante del Señor;
el que abre las puertas
y el que las vuelve a cerrar"

- Anónimo,
Plumón indeleble sobre mural al acrílico en gran formato, 20x15 cm aproximadamente,
en uno de los pilares de cemento que sostienen el paso bajo nivel de Apoquindo en Américo Vespucio

Consumo.

"La contracultura como bien de consumo" escribió el Leo hace poco en su muro del caradelibro. No es infrecuente ver alocuciones airadas de este tipo llamando a la reflexión sobre el hecho - aparentemente - escandaloso de que estamos inmersos en una sociedad de consumo: "Eres lo que tienes", "Consumo, luego existo"; está el ambiente lleno de otras similares.

En primera instancia, parece un horror plenamente compartible. En efecto, la sociedad de consumo lleva a las personas a individuarse por medio del mismo consumo. Como el consumir es dinámico, insustentable y rápidamente obsoleto, su ejercicio conduce a un sistema de identidades que caduca constantemente, llevando a un profundo desarraigo cultural, a una competencia económico-clasista, y a la imposición de más consumo con objeto de mantener la identidad.  Es una no-identidad que está permanentemente puesta en duda, generando angustia y prácticamente obligando a perpetuar el consumo, so pena de "dejar de ser". Desde donde se lo mire, una catástrofe sociológica. En la medida que la novedad barre con la tradición, el sentido de pertenencia se difumina y se vuelve una plataforma móvil, frágil, que no genera sustento emocional: para "ser parte", se debe "tener parte" lo que impone una carga sobre el núcleo humano productivo que es, ya se ha visto, inabordable.

Básteme para ejemplificar lo anterior dar una comparación que me viene rondando hace un tiempo. Cuando ideamos el sentido de pertenencia de los mapuches, lo hacemos en torno a elementos tradicionales, inconsumibles, y sobre todo, permanentes. El lenguaje, la vestimenta, la facies. Elementos que no permutan. Por el contrario ¿Cuáles son los elementos de persistencia, de continuidad, en la cultura huinca? ¿Qué hilvana al chileno promedio de hoy con el chileno promedio de hace, digamos, 100 años? El lenguaje ciertamente no, es cosa de observar la brecha generacional entre individuos separados por escasos lustros; la vestimenta intercambiada con períodos de apenas 10 años pudiera parecer casi un disfraz. Podemos buscar y quizá entre los cerros de escombros hallar algo (¿La debilidad por los mostos de baja calidad?). 

Claramente esa cultura - la cultura central de occidente, si se quiere - es una no cultura, en la medida que no ofrece ninguno de los puntos de apoyo, de catapulta al individuo que un aparato simbólico debiese otorgar. Por el contrario, se configura como un elemento de opresión, que confina al ente, predelimitando sus obligaciones, sus aspiraciones, y su sistema completo de existencia. Atrapando en vez de liberar; atemorizando en vez de segurizar. Relativizando el punto de referencia al trastocarlo en un punto de diana.

¿Cómo es esto posible? La individuación es un proceso curioso. El humano, a través de asimilarse lo más posible a sus pares, busca hacerse único; por medio de la repetición, generar novedad. Si se enfrasca en el proceso de compra para poder hacer la similitud, se estanca en esa fase, teniendo que perpetuar la adquisición como medio de participación en la cultura; pero cada vez que comenzaría el proceso de hacerse único, su pertenencia se hace caduca, porque ya hay un más grande televisor, un más nuevo automóvil. Sólo la minoría logra tener recursos suficientes para mantenerse sobre la cresta de la ola de la renovación de los bienes asequibles, para poder progresar en la adquisición de aquellos bienes "de especiación", que comulgan con su íntimo plan de desarrollo. Todo esto, claro, a expensas de un esfuerzo cuestionable en la medida de lo saludable.

Pese a lo anterior, no puedo sino concordar: Todo es un bien de consumo. La cultura es un bien de consumo, el arte es un bien de consumo, la bondad es un bien de consumo, la paz es un bien de consumo. Soy lo que consumo. La alternativa al mundo de consumo es retornar al aislamiento en aldeas, la renuncia de lo urbano y, aunque duela decirlo, sus placeres y licencias. El consumo es el hijo del comercio, y el comercio es la única forma de conseguir los granitos de mostaza para esa receta que me alegra la tarde, o las cuerdas de guitarra para esa noche de canciones. No es arriesgado decir que la humanidad ya adoptó el camino del comercio; el consumo es indesligable.

Sin embargo, debe entenderse el consumo en un contexto amplio: consumir es asimilar, es incorporar al yo. Replanteado (o más bien, mejor entendido) así, el consumo puede reinterpretar su función de motor de pertenencia. El no consumo, por ejemplo, puede ser un modo de participación; el consumo dirigido, también. Esto requiere de nuevas nociones de comunidad, claro está; no las dictaminadas desde el sector productivo (cuyo interés es producir y vender, no generar identidad; es la sociedad la que malprocesa esto y lo vuelve piedra de sostén a la identidad), sino comunidades pre-hechas que consumen. De este modo, efectivamente yo soy lo que consumo; pero en este consumo lo que se expresa es una libertad dominada de incorporar al yo soy los beneficios que una sociedad de comercio ofrece.

Primeramente, porque una sociedad de comercio diversifica; en el acto de consumir, radica la individuación por igualdad, pero en el qué consumo, la especiación, una especiación más rica, más completa, dinámica, como puede ser dinámica la naturaleza humana, reconocida como piedra de igualdad no el tomar todos la misma opción, sino estar todos en el acto de optar. Luego, porque la sociedad de comercio beneficia a todos en el intercambio (en la medida en que todos tengamos ello en mente, claro, y no optemos por el abuso). El consumir deja de verse como el fin, sino como herramienta.

La exigencia estriba, por supuesto, en que toda herramienta debe usarse para un propósito; es esta finalidad la que hoy se encuentra perdida, permitiendo que el medio se troque en destino, haciendo de una sociedad de comercio, su versión degenerada, una sociedad de consumo. Es este propósito el que hay que replantear; el que hay que inculcar en nuestros hijos. Es este propósito, en definitiva, el acto más profundamente humano, más obligatoriamente revelador de nuestra libertad.  Justamente, el acto final del que estamos declinando participar. Teniéndolo, el acto de consumo se desprende de sus vicios impuestos por su enajenación como fin en sí mismo, y se vuelve naturalmente en el brazo de la autodeterminación y desarrollo.

Porque yo soy lo que consumo; pero primero, Yo Soy.

28 de julio de 2012

La Renuncia


Toda renunca en un hombre joven es falsa. Resulta fácil defender este punto parapetado en el nido de águilas que es hoy ser un hombre joven que renuncia. Quizá para un hombre viejo se me presentarían más problemas con el enunciado, empero, y según que tan abotagada por la soberbia esté su inteligencia, persevero en que la sentencia es extensible a la humanidad completa.

Renunciar no es más que hacer espacio, liberar área en esa superficie (¿ánima, alma, mente?) para achurar alguna otra trama, alguna otra dirección que rellene lo escindido y despojado, algún otro color, más opaco, más brillante, tal vez sólo diferente, que pueda venirle al conjunto. Sobremanera en un yo en expansión, como un hongo atómico con su onda de choque, resulta vano tratar del espacio vacío; ser una marea que explota contra el oleaje de un universo viejo e infinito obliga a que cada transiente burbuja sea llenada de inmediato. Epicuro, Diógenes, aún los ascetas no son más que caras de un mismo dado, elementos secuenciales en un mismo evento, continuo, alternante: sondas con las cuales se mide el fondo y al mismo tiempo se ancla al fondo.

Aceptado esto, obliga a la noción del yo divino e infinito. De la corrección cósmica en cada acción.

A veces me pregunto qué rol cumple el yo que escribe (aquí, por ejemplo) en ese infinito. Lo que me obliga a ahondar un poco en qué es escribir, arriba de todo considerando que no-escribir se presenta como acción tan válida - en cuanto enriquecedora - que escribir.

No lo sé.

Pero escribir es una manera especial de leer, y leer - si se bien lee - es quizá uno de los mejores productos de trueque para La Renuncia - la mejor manera de sondear la infinitud, si se quiere. Yo leoescribo como una pelota de espejos. La luz me pega encima y yo difracto, en direcciones.

Marguerite Yourcenar en cambio escribe en un disco condensador. Recibe la luz de miles de soles y luego un haz de partículas-onda, como un rayo.

A continuación, pedazos de las Memorias de Adriano, quizá el libro de filosofía más sincero y universal; escojo sólo lo relativo al hombre, pero es también un hermoso tratado de gobierno, sustentabilidad, y humanidad.


10 de mayo de 2012

Herida Narcisista + Reminder

Este post es dos post en uno, por eso el título. Yo pienso mis posts en el metro, en el wáter, en los ratos muertos de la urgencia, mientras me cepillo los dientes. Los amaso, preparo frases broncíneas que luego se me olvidan, los maduro, y paf, un día me siento y los hago. Estos los estaba amasando juntos y terminaron por mezclarse.

Renato diría que estoy perdiendo el rumbo, y probablemente tenga razón, pero debo reconocer que siento un cierto grado de satisfacción en salir tarde. Ese placer ligeramente físico del cansancio, de la hora de oscurecimiento y saber que todo quedó hecho. Salir pensando por eso mismo realmente me gusta lo que hago. Y es que me encanta. Probablemente lo que me satisface mucho es jugar al doctor: me entrega esa dosis de poder que no he logrado apartar de mi personalidad, y de regalo la gente queda contenta con ello. Win - win situation. Miro a Bordeu (el becado), que se queda hasta tarde, con sus ojeras como portaviones (que en opinión de Camila no le restan al poderoso atractivo de su sonrisa), pero en verdad, se nota que le gusta. No está sufriendo por estar allí. Yo tampoco. Lo cual me hace ver, primeramente, cuánto mejor estoy ahora respecto de cómo estaba. Me gusta esto. Me gusta sentirme un poco molido con sensación de misión cumplida. Me gusta demorarme un rato en que las pacientes queden felices como lombrices.

Y maldita sea sí, qué fácil sería convertirse en trabajólico. Es una repetición de la trampa adolescente, si me permiten la digresión. Esa en que te enseñan a ser un caballerito y respetar a la dama, y cuando llega la pubescencia y te golpea en la cara (y en los huevos), te das cuenta que no tienes puta idea de qué hacer (incluso, de cómo defenderte) si la dama en cuestión es la que lidera el cachondeo. Lo mismo pensaba yo, qué fácil es no ser trabajólico, quién quiere estar todo el día trabajando pero, pero cuando haces algo que te encanta qué. Qué. Qué con la adrenalina de lo inmediato, la recompensa de lo bien hecho, el goce de la responsabilidad. Ain't gonna be easy, boy. 

Narcisos. De colores.
Y mientras estoy ahí, jugando a leer mi futuro, es inevitable echarle una miradita a cómo está ahora el campo bajo el sol, y si todo está bien en el estudio, nada más mandatorio que mirar el otro lado - mi lado, y mi lado es que no hay nadie a mi lado. Helado. Tengo el narciso herido. True, estoy en un proceso de reingeniería y trabajando para usted y creciendo como crecen los bichos que empupan y salen de colores brillantes, pero no puedo dejar de pensar que tan mala imagen no puedo tener. La idea la redacté el otro día en el metro, mientras con mi traje de turno cerraba el libro de Baudelaire que estaba leyendo y me paré y dije bueno, parece que soy lo que dije que iba a ser. The multikid. Dispuesto a contentar las multitudes y satisfacer la opinión familiar, el niño quizá ni le plansha ni le cocina, pero le estudia la carrera rentable, le lee poetas de cumbre, le recita puemas y le canta canciones, le hace teatro, le escribe con fluidez, le habla de diversos temas, le arma la fiesta y se la anima, le sale a escuchar música jazz y docta, le carretea con decencia y empeño, le participa de investigación científica lo mismo que talleres literarios.

Modestia aparte (cosa que, seamos francos, no me cuesta nada hacer), parezco tener un portfolio bastante bien aspectado. La pregunta sale como con resorte entonces ¿por qué tan solito?. Y damn, la única respuesta que hace sentido es que el problema no está en la carta de presentación. Está conmigo. Something must be broken within, como para que siendo objetivamente a nice guy, a la larga termine siendo un unlikable guy. Y eso es lo que me tiene con herida narcisa, eh.

4 de mayo de 2012

Word Problems

La paciente entró al box y yo lancé una de mis frases prefabricadas, preprobadas, infalibles si van acompañadas de una cálida actitud de no problem, i'm in charge, qué te pasó. Comenzó a desnudarse un poco, y yo leí en voz alta que llevaba unos días desde su parto, que al parecer tenía una infección y que estaba con algo de fiebre. Sin respuesta. Camila, la volví a llamar. Puta ya me tocó una crazy bitch, pensé para mis adentros, esto se viene con alteraciones de la perso
Se subió a la camilla y yo la miré, un poco perplejo. Insití en intentar la conversación antes de pasar directamente a su vulva (consejo que nunca, nunca, en ninguna situación, puede ser malo), a lo que ella comenzó con ininteligibles articulaciones con las que finalmente me dio a entender que no hablaba nada, que era sordomuda.
Full of fun, hubo que comunicarse con un papel en que le hacía preguntas, le explicaba cosas, y ella me consultaba de vuelta.
Ilustrado: un dolor de cabeza.
O un upcoming bukkake session.
Usted elija
Lo que quiero rescatar está en el lenguaje. Era de una familia modesta, modestísima, y se comunicaba con ellos con gestos. Eran tan humildes que ni siquiera manejaban lenguaje de señas, pero ella sabía escribir, escribir a una velocidad que jamás había visto en un paciente del Sótero, y con una caligrafía mejor que la de muchos de mis compañeros. Lo que me llamó la atención era la conjugación. No podía hacerlo. Hablaba en sustantivos y verbos infinitivos. Me preguntó ¿Cómo sentir dolor cabeza? (sí, con ZETA!) en un papel, intentando saber por qué le dolía tanto la cabeza y qué tenía que hacer para que se le pasara.
Ahí me detuve un segundo. Un segundo en ese mundo abstracto, silencioso, de conceptos casi absolutos en que ella debía vivir. Sin lenguaje oral, con un lenguaje de gestos, sin conjugar. Un mundo empírico, sin transiciones, casi de puras verdades. Intenté imaginar vivir en eso donde no hay un lenguaje que corte la realidad en casilleros, sólo la experiencia proveyendo un mínimo lenguaje para interactuar, el resto pura realidad; paradojalmente, pura sensorialidad y experiencia. Makes you think, yo.

***

La segunda paciente tenía una semana de dolor. Una semana de dolor en la que había consultado a cuatro médicos, había iniciado y suspendido un curso de antibióticos, le habían hecho una ecografía abdominal y propuesto una cirugía, le habían dado tres diagnósticos diferentes. Una semana de dolor cólico típico de trastorno funcional. Una semana de vil, común, desagradable colon irritable. Una semana de que le dijeran, como yo, esto no es una urgencia, tienes que vértelo en un consultorio, no puedo ofrecerte tratamiento acá. Malditos trastornos funcionales.
Me la quedé mirando mientras le explicaba eso, y dejé un momento de silencio. Y la miré. Y hice lo que a todos les carga que haga en la urgencia, pero lo hice igual porque ya eran las 12 de la noche y quedaban pocas pacientes en la cola, y le pregunté ¿ha cambiado tu estilo de vida últimamente? ¿algo pasó en tu casa?. Sólo eso. Y se le llenaron los ojos de lágrimas y sólo asintió, y se las ennjugó, y tímidamente me preguntó si eso podía tener algo que ver. Porque sin saberlo, ella sólo necesitaba eso, alguien que le dijera que sí, que le dolía la guata porque su vida estaba patas arriba, y que no era ridículo y que tenía solución. Se fue con una sonrisa, contenta.

Es tan simple. Es tan simple.

2 de mayo de 2012

Stream of Consciousness

Hoy conversando por Feisbuk, mi amiga me dice
A los 26 era un poco mas rica y no tenia hijos ni arrugas 
Solo un futuro esplendor y un cuerpo perfecto
(sic erat scriptum for the missing diacritics)

y no sé por qué me imagine un pillow talk en el que trato de convencer a una mujer genérica de que es hora de dormir porque al otro día tengo que estar temprano en el hospital, a fin de cuentas no soy doctor y estoy estudiando, y luego me rondó esa idea de cómo le suena a la clásica ice-breaking-line ¿y tú a qué te dedicas? la respuesta yo estudio medicina versus yo soy doctor, y luego pensé que justamente estoy ahí en ese lugar y le puse un nombre de bronce

Soy la Promesa de Mí mismo
Soy constantemente el espejo de lo que voy a ser

y qué fuerte lo he sentido siempre
esperando a ser lo que voy a ser, rutilante el futuro
pero luego
luego me di cuenta que ya no es así
porque las promesas hay que hacérselas a alguien y yo ya no tengo a nadie a quien hacerle promesas
porque a mi hija no le hago promesas, sólo le cumplo cosas y ya.

Luego pensé que para tener un futuro hay que tener un final
las cosas inamovibles no se perturban pues son infinitas, inmodificables
y recordé que soy inmortal
y más infinito
que otros infinitos.

13 de abril de 2012

Intangible

Mientras le armaba la mochila y el almuerzo a Sofía Almendra (alguna vez que me toque, no?), contento, sintiendo el amor fluir, me di cuenta que era un amor totalmente intangible, que empezaba y acababa conmigo. Claro, la suma de intangibilidades hará que su paso por el colegio sea calmo y sin ansiedades, que nunca le falte un material, que no mire para al lado y se sienta diferente, que las tías la miren con sonrisa porque va bañadita, et caetera, pero en fin, ahí estaba yo con todo mi amor, cachando que no iba para ningún lado.

Y no tengo explicación ni claridad al respecto. No sé qué significa, ni si está bien o debería dejar las formalidades y no perder el tiempo en amor intangible, e ir mejor a hacerle cariño o abrazarla o leerle un cuento, amor que se sienta, amor que le llegue.

No sé, no sé.

28 de enero de 2012

Necesidades Creadas

Hoy un tipo hacía cagar a su perro al borde de mi portón mientras yo llegaba.
- Caballero, la próxima vez que saque a pasear al perro, lleve una bolsita y le recoge la caca
- Pero si yo saco a pasear al perro es normal que lo hagan pué
- Pero la ley dice que debe recoger la caca
- Pero eso como que no va con el cerro, ve? Eso es para el plan, para que se vea bonito
- No, la ley es para todas las calles
- No, eso con el cerro no va, da lo mismo si hay caca.


Déjense de weás, no pienso perder ni un puto segundo de mi vida por este tipo de gente.

La gente es tonta, así en Helvetica, y no merece más que indiferencia, a menos que activamente demuestren valor. Dixit and will keep dixin' it

Para darle valor a este post enrabiado, tengan, Mogwai, Travel Is Dangerous.

Paro ahora en serio, un poco de reflexión. La respuesta que recibo en mis círculos cuando emito este tipo de exabruptos cobra formas, intensidades y condenas disímiles pero en general se reducen a un mismo argumento fundacional: A la gente hay que educarla.
Es difícil rebatir eso, suena perfecto. Pero realmente ¿hay que educar a alguien para querer vivir en un lugar limpio, para deambular por sitios hermosos? ¿Qué tanto de eso es realmente educar y qué tanto es instalar una necesidad creada?
No es secreto que se puede sufrir sobre un Mercedes escuchando a Wagner, rumbo a la Sala de Arte, vestido bellamente y mientras se piensa en el ensayo sobre la obra de Vallejo que se leyó ayer, mientras se toma nota mental que hay que ir a depositar las pilas para reciclarlas y hacer la donación al Jardín Botánico. La cultura no hace mejor a la gente.
Quizá hay que dejar a cada uno lo que necesita. No creo que los sopaipillas sean más feliz escuchando a Mozart si se los enseño, que escuchando su bachata reggaetonera. En serio. No. No es necesario hacer esa inversión. Cada uno tiene lo que quiere y necesita.
Insisto que el problema está aquí. El descontento social es de dos tipos: el real, el que tenían los trabajadores de 1900 que eran asesinados en sus fábricas; y el creado, el de la gente que le han enseñado a querer cosas que no necesita. El pueblo no necesita que lo eduquen: aquellos que quieren ser educados, lo serán. Lo buscarán. Lo proporcionarán a sus hijos, en vez de regalarles celulares última generación y zapatillas Nike. Y esos hijos a sus hijos. Así se genera la cultura: entre quienes la quiren, entre quienes la viven, la aman, la necesitan.
No le enseñen al pueblo a querer lo que no quiere. No quieren violines. No se lo enseñen. No quieren calles limpias. No se lo pidan.
Es mi culpa, por "vivir en el cerro". Es cierto. El cerro Merced es un lugar para que hagan caca los perros, porque la gente que allí reside lo permite. Yo que me quejo soy el no perteneciente. Y claro, como me cargan los perros y sus cacas, voy a salir de aquí. Esta sociedad que nos construimos funciona así. La movilidad social sí existe, y anda bien.
Lo que pasa es que hay algunos que quieren el pan y el pedazo, y quieren Beethoven y Daddy Yankee, calles limpias y flojear.  

26 de enero de 2012

Mejor acuerdo que he hecho conmigo mismo:

Creer a patas juntas que el destino no existe.
Así puedo hacer de todo sin creer que me estoy perdiendo lo importante,
y cuando las weás salen al revés
no siento que me estoy torciendo la vida pa' siempre.
"Mira, si en verdad soy feliz con re poquitas cosas
lo que pasa es que ahora estoy cansado
súper cansado
y eso me sube el umbral de la felicidad"

Pensamiento autorevelador epifánico del día, con Barros Castillo.

18 de octubre de 2011

SSL



Tengo una

profunda
               violenta
                           severa
patada. en. la. mente.

He estado expuesto a una excesiva dosis de belleza, de perfección. De sublime sentimiento. He (sí, el tiempo verbal más correcto es el presente perfecto) visto gente hermosa haciendo hermosas cosas. Gente brillando, rutilante, como hechos de diamante, hombres bellos y mujeres bellas.
He estado expuesto, sí. Es como una sustancia nociva; es casi dañina.
¿Quién soy yo? ¿Qué soy yo, frente a estos seres bellos? ¿frente a estos humanos verdaderos?
Vi una mujer que danzaba girando como un trompo, sonriendo como una rueda morena que hiciese, que definiese la danza.
Vi una multitud que alzaba las manos y hacía un clamor.
Vi hombres que eran pastores de hombres. ¿Qué soy, qué puedo ser frente a eso?

A veces me parece que vivo una vida mezquina. Pero a fin de cuentas, me digo,

quién no.


Quizá ellos,
que son
tan,
tan hermosos.

Y yo que soy sólo un pobre y mediocre pobrediablo.
Quizá soy
para que ellos tengan un espectador (pero sé en el fondo que eso es sólo consuelo, porque yo mismo lo he visto antes; son hermosos por el poder de serlo

                   y no necesitan nada más.)

No puedo borrarme a ese hombre que canta
Ni a esa mujer

danzando
sonriente

sobre la sonrisa seca del tiempo.

2 de junio de 2011

Género, Rol, Sexualidad.

(Estimado – e hipotético – lector: Tenga para bien el anteponer en su mente “Yo creo que” frente a cada aseveración que lea. Así me evitará mucho tecleo, mejorará el overall appearance del texto y por sobre todo, no me obligará a salir del estilo absolutista, despótico, tajante y arbitrario al que me tengo acostumbrado)

¿Es la homosexualidad una patología?


          Un amigo me preguntó esto, ad portas de comenzar nuestro curso de psiquiatría. Lo políticamente correcto es dar una afirmación tajante, o no, dependiendo de donde está uno, si en una reunión de Schoënstatt o en una junta chimbombera lolein (no adhiero al tono descalificativo del link... sólo valoro que exista tal link).

Negro con la tremenda callampa.
Also, polera: "When the doors of perception are cleansed, things will appear to man as they truly are...infinite."

          Las respuestas políticamente correctas suelen valer callampa. La respuesta correcta en este caso es depende. Depende desde dónde esté construida la sexualidad. El camino fácil para construir una opción sexual es desde la personalidad; desde el yo. En este caso, sí es patológico, pues suele asentar en una alteración del desarrollo de la personalidad, una deformación de la identidad que como subproducto produce homosexualidad. En su modo más claro, es el travestismo: lo primero es la negación de lo que yo soy, ya sea como medio de defensa ante un entorno extremadamente hostil, un modelaje asociado muy negativo, o un contramodelaje positivo demasiado marcador; y como consecuencia de esa batalla interna, la homosexualidad. La loca, en el caso de varón, o la mujer virilizada, en el caso de las féminas. Una oposición.

          Esto sucede porque la sexualidad manada desde la personalidad es la forma más básica, menos elaborada de generar una sexualidad. Sin embargo, hay proyecciones más maduras, más conceptualmente firmes, porque precisamente no están allí para servir de puntal a esa construcción del yo, si no que son una manifestación de un yo bien trabajado, articulado desde elementos internos: La sexualidad construida desde el afecto. Si antes era el yo el que se manifestaba, ahora es el otro el que modela la cosa: la sexualidad está construida a partir del otro, centrada no en mí, sino que en la relación misma, de mi tendencia hacia esa persona, tendencia que mana desde lo que soy, y no que viene desde afuera a delimitar eso que soy. Como la personalidad no está involucrada sino como contenido manifestado, a diferencia del contenido definido del caso anterior, el rol no está alterado.

          Es bastante relevante. El sexo como actividad humana (y bastante relevante a lo que es la humanidad) ha estado, durante el siglo recién pasado, sometida a un proceso de depuración en la cual la técnica y la sociedad han permitido la separación de los elementos que antes la conformaban: reproducción, afecto, rol, género y sexo. Me parece ver que estamos ad portas de la segunda fase de este divorcio. La primera vino de manos de la anticoncepción, que permitió dejar la reproducción fuera de la ecuación, y permitió plantear en forma seria la pregunta:

¿Para qué sirve tener relaciones sexuales?

          Esta inquisición, rebotada desde los hippies a las generaciones venideras, es la que está moviendo las revoluciones actuales y por venir. Cada vez tiene más cabida el que haya gamas de relaciones sexuales; puede ser por rica, puede ser por amor, puede ser porque te gustan las mujeres, porque te gustan los hombres, o porque te gusta esa persona en particular, porque te gustas a ti mismo. La gracia es que al fin tales propuestas no son excluyentes, ni hay que elegir una. A nuestra generación le está tocando el remover el rol de la ecuación, así:

Yo no soy hombre porque tengo sexo con mujeres, soy hombre porque soy hombre. Pero además, el ser hombre no me obliga a tener relaciones sólo con mujeres.

          Algunos ven en esta limpieza una pérdida de sentido; efectivamente, cuando los contornos de algo se difuminan, la reacción natural es creer que la cosa misma está desapareciendo. Me parece que no es así: más bien, estamos recuperando un atado de cosas, un acervo valioso que antes había que bancarse completo pero ahora está, de a poco y con reticencias, especializándose, cosa de poder vivenciar cada elemento por separado. No me sorprendería que fuera tarea de nuestros hijos el paso final de separar el afecto de pareja del sexo, y que éste se convirtiese en una actividad más del fin de semana para hacer en grupos de amigos, llevando la relación de pareja a un estadío más depurado consistente en un compartir el proyecto vital de dos personas.

          Sin embargo, así como la vieja sabiduría dice que el momento de romper las reglas es cuando se las conoce y se las sabe seguir a todas, así mismo esta independencia sexo-rol o sexo-personalidad sólo es una libertad en la medida en que el rol o la personalidad estén estructurados de forma firme y compleja; de lo contrario es sólo desorden. Esto nos lleva a otra pregunta: ¿Qué tan relevante es el sexo en la construcción del género y el rol?

          A cuento viene esta noticia, sobre unos padres que deciden “ocultar” el sexo de su hij@, con el fin de que el/la decida más adelante los elementos de cada género que incorporará en su propia vida. No es difícil buscarle “argumentos” a favor a esta decisión. La técnica y el conocimiento científico, así como la secularización del pensamiento, han ido derribando muchos mitos sobre lo que está permitido hacer y no hacer respecto de uno mismo. Antes era ridículo pensar en un varón vestido de colores flamboyantes; o tener el pelo verde, o ojos de colores distintos a los que la naturaleza nos había entregado. En un mundo donde elegir es la libertad que nos va quedando, y la sociedad está poco a poco preparándose para asumir una nueva conformación de lo que es el rol y el género, incluyendo nuevas reuniones de los elementos que antes los constituían, con hombres que cocinan, mujeres que mantienen la casa, hombres sensibles, mujeres nerds, hombres que les gustan los hombres, mujeres que les gustan las mujeres, y donde reina una general amplitud en el esquema estético, ¿por qué no habrían de traslaparse también los elementos visuales en la construcción de nuevos géneros mixtos, construidos por combinación? En una era donde el óleo y el graffiti comparten el mismo muro en una sala de arte, en un mundo donde la individualidad es norma, no pareciera tan descabellado que al fin salgamos de la pequeña burbuja del varón y la mujer para empezar a ver formas personalizadas.

          Después de todo, es como lo mismo que personalizar la página de inicio de Google, ¿no?

          No.

Pero este post ya está muy largo, así que tacklearé este asunto en particular en el futuro.


Update: estoy muy a moda con los tiempos. Mientras este post estaba en el horno de redacción, salió esto a difusión:
"NOW, THEREFORE, I, BARACK OBAMA, President of the United States of America, by virtue of the authority vested in me by the Constitution and the laws of the United States, do hereby proclaim June 2011 as Lesbian, Gay, Bisexual, and Transgender Pride Month. I call upon the people of the United States to eliminate prejudice everywhere it exists, and to celebrate the great diversity of the American people.
IN WITNESS WHEREOF, I have hereunto set my hand this thirty-first day of May, in the year of our Lord two thousand eleven, and of the Independence of the United States of America the two hundred and thirty-fifth.
              BARACK OBAMA"

1 de junio de 2011

Akira



Marx enseñó que la revolución es inevitable dada una masa suficiente de oprimidos por un tiempo suficiente.

Todos tomaron nota.

Pero todos fueron olvidando, lentamente, salvo a quienes más importa: los que oprimen. Podemos contar también a los anarquistas, si uno quiere ser inclusivo; pero es falso. Los anarquistas no cuentan, ni para ellos mismos ni para nadie.

Las sociedades (enfermas) tienen algunos elementos repetitivos. La masa que no sabe lo que está sintiendo, lo que se gesta dentro de ella. Los elementos ascendentes que quieren beneficiarse del desconcierto general, habitualmente ejerciendo como ejes de contacto entre los opresores y los oprimidos, no tomando partido por ninguno pero sacando provecho de ambos. Los ilusos, intentando movilizar la inercia infinita de la masa, convencidos aún de un puñado de ideales turbios y poco nítidos, generalmente obsoletos. Los jóvenes, antes de convertirse en la masa o en los ascendentes, operan como indicadores de corrupción: mientras más podrido está el sistema, más desinteresados. Finalmente están los poderosos, los que medran.



Akira es una metáfora bastante hermosa de una de las salidas que tiene tal desorden orgánico: La revolución. En este caso, es el pueblo que se personifica en un individuo atormentado. La imagen es completa: la destrucción del pueblo por sí mismo, la violencia, la monstruosidad. Todo en la estética neo-punk de un New-Tokio post tercera guerra mundial, y con la mejor música que he escuchado nunca en una película (sí, mucho mejor que la música de Inception, y 20 años más vieja).

Sin embargo, es completa también en el elemento primordial, el más importante, el definitivamente crucial: la revolución sólo viene de la mano de un movimiento sísmico, telúrico, que viene sólo desde donde tal poder puede provenir: de la opresión. La masa es anencefálica, no logrará jamás coordinar su sufrimiento y descontento si no se le da un empujón divino - que sólo el opresor puede entregar.

Lamentablemente, en nuestra realidad, eso ya no sucederá nunca. Ya se aprendió que lo único que se necesita cuando hay revuelta, es esperar que se disipe sola. Son las pequeñas valvulillas de escape que mantienen el statu quo. Por el contrario, cuando la mano aprieta la revolución, se podría dar ese impulso.

Cualquier persona a quien la situación actual del mundo le inquiete el alma debiese ver Akira, un film tan viejo como yo, pero con tanta visión que aún es "futurista" y que, por contar uno de los grandes temas invariables de la humanidad, jamás quedará obsoleto.

22 de mayo de 2011

En Breve



Sí, realmente perseguimos mentiras mal impresas, ideales que no son nuestros, deseos aprendidos. Hay que operar varios pacientes al día para poder tener plata para vivir una vida de satisfacciones que hagan que el stress de operar varios pacientes al día valga la pena. Hay que tener una casa grande y poder adquisitivo para que nos perdonen el no estar nunca. Hay que tener mail y teléfono celular y un automóvil para poder hacer todo rápido, todo ahora, todo antes, para poder hacer harto y merecer todas las cosas que nos van a permitir poder hacer todo rápido, todo antes, todo harto.

Le explicaba a mi hermana el otro día la lógica aberrante de las ciudades; más de la mitad de una ciudad existe para sostener a la pequeña parte que produce reales recursos, que son los que mantienen a la gran mayoría que entrega servicios de sostén que permiten la existencia de dichos recursos. Grant Morrison lo propone en The Invisibles: Las ciudades están vivas. Son criaturas de los planetas, tienen sus propios códigos y lenguajes, sus propios planes, programas y objetivos. ¿Realmente, my fellow humans? ¿Trabajar de 8 a 8? ¿Para qué?

Y parece que con todo eso el regalo de mí mismo se desvanece, no tengo tiempo de hacer lo que me gusta porque necesito cumplir con los requisitos para poder tener tiempo de hacer lo que me gusta. Me estoy saturando de esto. Hay mucha información, hay mucho que hacer, hay muchos productos y servicios y consumibles.

We chase misprinted lies 
We face the path of time 
And yet I fight 
And yet I fight 
This battle all alone 
No one to cry to 
No place to call home 

Oooh... Oooh... 
Oooh... Oooh... 

My gift of self is raped 
My privacy is raked 
And yet I find 
And yet I find 
Repeating in my head 
If I can't be my own 
I'd feel better dead 

Oooh... Oooh... 
Oooh... Oooh...

20 de abril de 2011

Beauty Love and Lust



               Jaime y Trinidad iban contándonos de la vez aquella que a Jaime le dio neuritis del vestibular y andaba con vértigo, y no podía moverse para nada así que tenía que quedarse apoltronado en el sillón mientras ella le leía un libro.
              Yo me pregunté si alguna vez tendría algo así. Veníamos de vuelta de la casa de los padres de Jaime a orillas del mar. Allá me preguntaba si alguna vez tendré algo así; pero esa pregunta es indisoluble de la otra: ¿alguna vez tendré con quién tener algo así? Todo parece un poco forzoso, porque en plena sinceridad, SÍ me he enamorado y SÍ me han amado y SÍ he tenido proyectos.
              Pero parecen incapaces de durar. Quizá - a veces me intriga - es un rasgo de mi personalidad. Don't know. Lo que sí sé es que me acordé de este poema (el próximo (quiénsabecuándo en verdad) post, la traduzco, ahora me da flojera. Rifaré un premio al que adivine al autor):



Beauty Love and Lust
O please don’t get me wrong
is not the field of love
where does my search belong,

                                       Nor do i look for lust
                                   that folly four – leaf’d clove
                               which once found, never lasts;

What i want confused can
be with those fit dressings
beauty imposes to man

                                       But soon the sham is caught:
                                   shrivell’d by time’s pressings,
                               that clothing comes to nought
 
No, love’s truly a fake, and certainly lust
though may at some point seem indeed as a must
vanishes in the sea of unforgetful,
relentless, and passion-diminishing time;
beauty as is proudly announced by its soundly chime
starts to decay into an agony as dreadful
as long it takes to finally turn its poor prey
to an unimportant character to the play

Though this new individual may be made a fool
reminiscent as he is, by the old tools
even older love has at its disposal
(For no one is as naked, clueless and lost
than someone unladen of fairness last frost)
And may be tempted by dirty proposal
dirty lust has to offer and be no more free,
It’s self evident that this man is not me

O no, they transit a mostly different field
and go unheralded, the cravings I yield;
for I do prefer what mediators needs not
and truly sustains them both, lust and beauty;
from which love’s not but a minor deputy,
to lovers rage, one of the many in the lot.
Perfection of the Bodies, that’s what I need
To no less – and there can’t be more – may I plead
For its self-contained sweet exact symmetry
holds and keeps its own language and poetry.
Not defined by the will of a few many
like sad beauty is, looks down on lower lust
which often strikes the bar, to be fully cast,
of an approving companion. If any,
it holds alliance solely to Nature
from which it truly excels and She takes venture.

Muscular symphonies whose silence is speech
Sovereign over man’s works that thee can’t reach
You’re not buried or born, but live in full now
thus unlike mortal love, slave to the hour
pay no heed to time’s call, bitter and sour
nor have someone to report ‘bout when or how
because you exist on yourself, on yourself fill’d
uncapturable by eye hunterly skill’d

undisputedly at first try thee get to claim
the sorry gaze that upon you sets its aim
captive the soul on your utter perfection.
Love can be in spite of all its endearment
hurdled by body and its mobile garment;
You, unendowed with the need for affection
to the rhythm of your mean adjust your poise
and to own’s health drink your cup of rejoice
 
Arm, lovely lathed thigh
expressive charming hand
hair billowing out high,

                                       All a secret tongue speak
                                   circumscribing thought-lands
                               that upon my mind leak

that the clockwork divine
mechanic of movement,
subtle poem of the line

                                       is but an impression
                                   of that very moment
                               totalness’ expression

intersects with our plane of life
and with the sharpness of a knife
all this truth struck me;
all eternity can be bound
in an instant so short and sound
when perfection can be,
for this harmony of forces needs no mirror
and its all-sufficience can’t be any clearer
than its simple unobservance of time’s will;
it comes out from nowhere
                that being its grand power
and undisturbed by feel, writes with space’s quill
its one-lined poem. When its magic is done,
returns to eternity it came from, and is gone.


Fuentes para las fotografías:
Beauty
Love
Lust
Casa de Jaime: Trinidad.

14 de abril de 2011

Power Overwhelming

                Leí a Foucault en "Sexualidad y Poder" que una inflexión en el concepto de poder en el mundo occidental había sido desde lo prohibitivo hacia lo generativo. No tengo el libro cerca como para citar, pero en el fondo, en el siglo XVIII y antes, poder significaba poder evitar, hacer que otro no pudiese. En algún momento, se hizo la transición hacia un poder mucho más significativo, más absoluto, más hiperubicuo. El poder de hacer que el otro hiciese: como lo denunciaron los escritores de sci-fi y otros (Orwell, Dick, et caetera que no me vienen a la mente right now), y últimamente, todos los análisis sobre el poder de la publicidad. Hacer que el otro haga lo que quiero: poder infinito e indiscutible.
                    ¿Para qué balear a los obreros dentro de las fábricas? si puedo hacer que compre lo que yo quiero que compre. Podría generar párrafos y párrafos en la idea, pero señor lector, si a ud. le interesa el tema, ya pensó y ya leyó y ya vio y ya reinterpretó las mismas fuentes que yo estaría metiendo a la coctelera, así que como amigos, yo voy a pasar straight to my point.
                        Se me ocurre que esta variación del poder también afectó una institución vieja, vieja: La paternidad. Y después de años y centurias y tradiciones de padres que imponían la prohibición, el tabú, el límite, pasamos a la generación de los padres dialogantes, de los padres que a su vez fueron criados con la tv encendida. Y ellos sí creen en este paradigma del poder que genera.

                    
¿Pero no genera acaso eso mismo que está dentro de ellos? Esa violencia. Los niños histéricos y neuróticos a los 5 años, los niños sobre y sub adaptados, well you know what i mean.

Le creo más al viejo modelo. Es más fácil entenderlo y crecer en él. Este poder nuevo es como una telaraña que se adhiere a tu piel y te deforma hasta que ya no te reconoces. Y no quiero eso para Sofía, nope.

9 de abril de 2011

Brillante



I can't pretend I don't need to defend some part of me from you.

Después de haber creído en eso
y descreído de eso
y creer en eso otra vez
para luego pensar que era una estupidez

en fin
de ir y venir pensando si era yo o no suficientemente
humano
o suprahumano
para estar
sobre o bajo eso (cualesquiera sea la dirección que corresponda a cada estado)

Sólo sé que no me he decidido.
Y probablemente no lo haga nunca.

Lo que sí aprendí
foreverandever
es que en esas situaciones


It's much better to play, oh, safe.

6 de abril de 2011

Reflexiones de Micro



Ese momento en que te das cuenta que
indefectiblemente
(sí, esto es una excusa para usar esa palabra, así que aquí vamos de nuevo,)
indefectiblemente
te vas a morir
así que nada de lo que hagas
nada de lo que sufras por
de lo que te esfuerces por
de lo que te deslomes y desveles y desarmes y descoordines y descoques por
nada de eso es importante al final
y si es así
no te preocupes del final.
Hay sol. Good enough.

Luego es el obligatorio
mandatorio
(si eres yo, claro,)
de acordarte de ese proyecto que has abrigado toda la vida
de vivir por siempre.
Entonces
solución: No hay final
así
no te preocupes del final.
Hay sol. Good enough.

Y entonces
(y entonces nunca comiences un párrafo con una conjunción copulativa, me sé todas esas reglas y me las froto vigorosa y estimulantemente por el fin del conducto digestivo)
llegas a la casa y te lees de vuelta hacia atrás y claro
estás diciendo lo mismo que han dicho pero todos
desde siempre
y piensas
en lo interesante que sería reciclar las reflexiones;
que hubiese un tacho grande donde ponerlas y las llevaran a batirlas y derretirlas y moldearlas de nuevo
para recuperar el material digo,
pero es medio obvio
que es un material altamente renovable
y el monopolio del reciclaje
ya lo tienen las religiones.

Hay sol. Good, good enough.

21 de marzo de 2011

Retards.

[Con una semana de atraso, but oh well]
Es la semana del año en que los estudiantes de Educación Diferencial ponen esto en sus redes sociales, a modo de gran cosa:
"Los niños con necesidades especiales no están enfermos. Ellos sólo quieren lo que todos quieren: ser aceptados. ¿Puedo hacer una petición? ¿Hay alguien dispuesto a publicar esto y dejarlo en su muro al menos una hora? Es la semana de Educación Especial y esto es en honor de todos los niños que nacieron de una manera única."



Todos los los putos años, the same shit. ¿Por dónde empezar, mis queridos renovadores del universo?
Las personas con necesidades especiales son eso, personas. No son niños, no los infantilicen. Tienen ganas de tener sexo, de cantar fuerte, de sacarse los mocos y a veces de pegar unos combos. Full people.
NO QUIEREN SER ACEPTADOS. NO.
AGAIN: NO.

Eso es de la década de los 60's. La gente no quiere ser aceptada; quiere formar parte!
En la evolución de la incorporación de la gente con retardo mental, el primer gran paso fue el abordaje de la patología como evento médico. De estos estudios, surgió la idea de que no eran personas "tratables", si no "educables". Entonces surgió la duda de cómo educarlos. El primer abordaje fue la generación de instituciones especiales: ahí estaba el concepto de "aceptación"; la sociedad se hacía cargo de estos miembros, "dándoles un lugar". Pronto se hizo evidente que no era suficiente, pues no podían participar de la sociedad, pues el nicho era artificioso. La propuesta a continuación se basó en el concepto de Inclusión, en que la sociedad se flexibiliza en función de estas personas, generando caminos expeditos, naturales, de incorporación. Sin embargo, ello finalmente puso en evidencia un aspecto del abordaje: el "defecto" no está en la persona, es del CONTEXTO. El sistema tiene barreras que generan las dificultades de aprendizaje. Esto permitió la identificación de otras muchas barreras - barreras para la gente con dificultad emocional, barreras para la gente con espectro autista, barreras para la gente con déficit atencional, and go on-, evidenciando la necesidad de flexibilizar el ambiente; donde antes se proponía generar un sistema para "meterlos a todos", ahora se ve que lo correcto es partir desde un sistema "en que nadie pueda salirse". Sin embargo ello requiere de generar instituciones y sistemas tan flexibles como para que cualquiera pueda alimentarse de ellos. Ése es el desafío.

El sentido de pertenencia se logra a través de la ejecución de un rol. No lo digo yo, es como está diseñado el cerebro, el cableado ha evolucionado así porque es la mejor manera de mantener una manada cohesiva. El desafío actual de la sociedad es permitir el surgimiento de nuevos roles, emanados desde quienes han de cumplirlos.
Make a seat, the retards are coming.