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Este blog NO es el blog del Médico Juan - Ignacio Reculé Rivera. Si usted busca a ese facultativo, puede encontrarlo AQUÍ.
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6 de febrero de 2013

Limones


Conocí a una mujer preciosa, de ojos vivaces, lentes de marco grueso, cuerpo delicado y bello, largo pelo negro, creativa, emprendedora, cautivante, y la convencí de salir conmigo para que ella me convenciera luego a su vez de que no está pero ni ahí. (¡hola Gabriela, todo sin rencor, si pasas por acá!)

Avancé muchísimo en los apuntes de mi investigación en ética de la autonomía leyendo en los turnos, para perder mi cuaderno, al parecer, en un baño del hospital. Decidí salir a andar más en bici para reventar la cámara y terminar de deformar el aro, que ahora ya no calza con el freno.

Calendaricé cuidadosamente mi semana para hoy equivocarme de micro y perder olímpicamente el bus.

Redacté esta entrada mucho mejor y con fotos en mi mente sólo para descubrir que absolutamente todos están de vacaciones en Casa Central, incluyendo los pc, así que escribo esto en el infierno de mi celular.

Lo único que se salva con glorias es el cumpleaños de Pablo Musa, que salió perfecto y tomé lo justo y lo pasé la raja y conocí a Aliky, a Nico y a Javiera que entre los tres son como cinco personas de lo puro bacanes.

Limones. Cuando la vida te los da, haz limonada. O pisco sour. O échatelos en los ojos, qué sé yo. Lo más fácil es sufrir y frustrarse. También lo más zonzo, infantil y poco útil. Al otro extremo está la capacidad, propia del Buddha, de aceptar que las cosas salen como el ajo, la mayor parte de las veces por culpa mía, y tomarlo como viene.

¿y entre medio? Shéng Zhóu, dice en mi segundo y tercer metatarso, el universo es sagrado. Déjalo hacer. Las primeras veces me acogí a la idea de que el universo iba a proveer, que había que dejar fluir a lo que por necesidad acuda. Y cada vez que lo intento el universo parece asentir.


Pese a todo, cada día me hace más sentido que, la verdad, es que el universo es un revoltijo sublime, y no es que provea, es que está provisto; y cuando sucede la caca, simplemente, suceden otras cosas, otros planes.

Suena parecido, pero no es igual. Aún así, a quién engaño, si en el fondo espero que la flaquita de la bici lea esto y me diga que malinterpreté todo, o que algo extraño, místico y sublime me haga pensar que el universo quería que me perdiera el primer bus.
(El cuaderno, en todo caso, no lo perdono con nada, ¡estaba haciendo historia allí, maldito universo!)

18 de junio de 2012

Hyper Fantasia

Ser un magnate ruso y tener dos esclavas gemelas para obligarlas a hacerse maestras del Arpa y hacerlas tocar adaptaciones de rock clásico en mi mansión, para mis huéspedes destacados.
Esto es más severamente alienante que cualquier cosa que se le pueda ocurrir a Lynch, o las microescenas de El Resplandor, o lo que quieran. Esto es la humanidad mostrando sus más retorcidas y obscuras callejuelas.


4 de mayo de 2012

Word Problems

La paciente entró al box y yo lancé una de mis frases prefabricadas, preprobadas, infalibles si van acompañadas de una cálida actitud de no problem, i'm in charge, qué te pasó. Comenzó a desnudarse un poco, y yo leí en voz alta que llevaba unos días desde su parto, que al parecer tenía una infección y que estaba con algo de fiebre. Sin respuesta. Camila, la volví a llamar. Puta ya me tocó una crazy bitch, pensé para mis adentros, esto se viene con alteraciones de la perso
Se subió a la camilla y yo la miré, un poco perplejo. Insití en intentar la conversación antes de pasar directamente a su vulva (consejo que nunca, nunca, en ninguna situación, puede ser malo), a lo que ella comenzó con ininteligibles articulaciones con las que finalmente me dio a entender que no hablaba nada, que era sordomuda.
Full of fun, hubo que comunicarse con un papel en que le hacía preguntas, le explicaba cosas, y ella me consultaba de vuelta.
Ilustrado: un dolor de cabeza.
O un upcoming bukkake session.
Usted elija
Lo que quiero rescatar está en el lenguaje. Era de una familia modesta, modestísima, y se comunicaba con ellos con gestos. Eran tan humildes que ni siquiera manejaban lenguaje de señas, pero ella sabía escribir, escribir a una velocidad que jamás había visto en un paciente del Sótero, y con una caligrafía mejor que la de muchos de mis compañeros. Lo que me llamó la atención era la conjugación. No podía hacerlo. Hablaba en sustantivos y verbos infinitivos. Me preguntó ¿Cómo sentir dolor cabeza? (sí, con ZETA!) en un papel, intentando saber por qué le dolía tanto la cabeza y qué tenía que hacer para que se le pasara.
Ahí me detuve un segundo. Un segundo en ese mundo abstracto, silencioso, de conceptos casi absolutos en que ella debía vivir. Sin lenguaje oral, con un lenguaje de gestos, sin conjugar. Un mundo empírico, sin transiciones, casi de puras verdades. Intenté imaginar vivir en eso donde no hay un lenguaje que corte la realidad en casilleros, sólo la experiencia proveyendo un mínimo lenguaje para interactuar, el resto pura realidad; paradojalmente, pura sensorialidad y experiencia. Makes you think, yo.

***

La segunda paciente tenía una semana de dolor. Una semana de dolor en la que había consultado a cuatro médicos, había iniciado y suspendido un curso de antibióticos, le habían hecho una ecografía abdominal y propuesto una cirugía, le habían dado tres diagnósticos diferentes. Una semana de dolor cólico típico de trastorno funcional. Una semana de vil, común, desagradable colon irritable. Una semana de que le dijeran, como yo, esto no es una urgencia, tienes que vértelo en un consultorio, no puedo ofrecerte tratamiento acá. Malditos trastornos funcionales.
Me la quedé mirando mientras le explicaba eso, y dejé un momento de silencio. Y la miré. Y hice lo que a todos les carga que haga en la urgencia, pero lo hice igual porque ya eran las 12 de la noche y quedaban pocas pacientes en la cola, y le pregunté ¿ha cambiado tu estilo de vida últimamente? ¿algo pasó en tu casa?. Sólo eso. Y se le llenaron los ojos de lágrimas y sólo asintió, y se las ennjugó, y tímidamente me preguntó si eso podía tener algo que ver. Porque sin saberlo, ella sólo necesitaba eso, alguien que le dijera que sí, que le dolía la guata porque su vida estaba patas arriba, y que no era ridículo y que tenía solución. Se fue con una sonrisa, contenta.

Es tan simple. Es tan simple.

15 de diciembre de 2011

"Wish I was old and a little sentimental
You gotta see the waves,
not the wine bottle."

- Wilson


"When I'm a veteran with only one eye
I shall do nothing but look at the sky."


- Auden






¿Y sabes qué?
Algún día vamos a ser viejos
y no nos va a importar
nada de nada.

1 de agosto de 2011

Santiago Sport's

          Niño de provincia, cinco bártulos (no te olvides hueón, cinco: bolso, mochila, morral, guitarra, notebook. uno dos tres cuatro, chucha, cuatro; cinco, verdá que la mochila la tengo atrás). Pajaritos y un Santiago que está menos helado que lo que los pussys santiaguinos decían en facebook. Deberían probar el viento de Valparaíso, esa huevá sí que está helá, es un viento maricón que se te mete por los hoyitos del chaleco y como que no tuvieras polera y se te mete en la piel y como que te hace un hoyo en los huesos y se queda ahí, y llegas a tu casa y estás como dos horas con frío porque lo llevas adentro, y por mucha estufa que pongas nada calienta los tres metros de aire que hay hasta el techo y te vas recalentando lento, de afuera hacia adentro. Muchas íes griegas (pésimo plural), primer pecado de la narrativa. Y partir una oración con una conjunción copulativa, segundo pecado de la narrativa. Estoy consciente de todo ello. Consciente por conciente, pecado menor pero igual notable. Who cares.


          Pero a lo que vengo: Pajaritos. Pajaritos y un pase que insiste en ser invisible frente al lector, un pase que no devuelve ese sonidito que por repetido damos por obvio y que ahora - justo ahora - se ríe por ausencia, recordándome su valor. Bip. Bip. Ya poh suena. Nada.


Sabe qué, paso el pase por el lector y no me lo lee, pero en el tótem sí marca y lo pude cargar.
A ver joven.
          El hombre sostiene el pase en sus manos, ese bello adminículo rojo que ocupo más que las llaves, más que los condones, casi lo mismo que el papel confort, que se me olvida menos que la billetera, menos que apagar las luces del auto, menos que comer con la boca cerrada; le da vuelta, lo gira entre sus dedos regordetes, lo mira por todos lados, hasta que lo encuentra. Mire joven, tiene una trizadura ahí su pase. No se lo van a reconocer, tiene que pedir reposición.


          No recuerdo sentir este nivel de desesperanza desde antes que la fluoxetina, de hecho, desde que me patearon que no me sentía tan solo. (Sí, esto es un recurso retórico, gente que me quiere y me lee no se alarme, sólo estoy siendo escandaloso y lírico). No tengo pase. No tengo pase. No soy nadie.


Lunes. Llevo dos mil pesos invertidos en transporte y son las 12 del día. Fuck this, esto se arregla hoy. Certificado de alumno regular: check, gracias UC por expenderlos vía mail. BancoEstado, depósito por tresmilseiscientospesoschilenosdechile, a nombre de JUNAEB, comprobante original en buen estado: El flash con un mapa, muy vistosito y dignamente rápido en cargar del sitio web oficial del banco de la nación indica una sucursal en Diagonal Paraguay, 328. Estupendo, eso es cerca de la U. Vamos allá.


Diagonal Paraguay 328. Esta weá es la Posta Central. Perplejidad. Disculpe, hay un BancoCentral adentro? No. Más perplejidad, que se debe haber notado en mi rostro, porque el guardia agrega: pero había. Guardias, lo saben todo hasta ahora. De vuelta a la U: El flash indica una segunda opción en Salvador doscientos y tanto. Vamos allá. A pie, porquenotengopase. Ya son las una, y claro, fila interminable. Escribamos poemas. Un poema, piola. Me estanco. A leer poemas viejos. Ensayo diferentes declamaciones para "Insight", escrito en julio 16, y ninguna me convence (sí, gente que me ha visto hacerlo: a veces ensayo mis declamaciones. Elijo acentos, cambio comas, altero vehemencias). Llego. Depósito: check.


JUNAEB. Fila que recorre una cuadra, da una vuelta por un patio interior, da otra vuelta  por el patio interior, y entra a la casa estilo providencia 1950's que aloja la sucursal del JUNAEB que cursará la reposición de mi pase y de unos otros cientos de personas que esperan y llegaron antes que yo. Y de todo el resto de Santiago, si llegan a perder el pase, porque es la única.


Leí todos los poemas desde mayo 22 ("Safo", dedicado a una simpática lesbianita que me hubiese agarrado con todo gusto si, bueno, no tuviera mis mismos gustos) hasta agosto 1 ("Me puse serio", dedicado a una simpática muchachita), que abarcan la muy digna cantidad de un cuaderno universitario cuadro grande cien hojas (con la salvedad de ocho que permanecen en blanco, razón por la que el mentado cuaderno conserva su lugar de privilegio en mi mochila). Y a esa altura, llevaba la mitad de la fila. Acabo las pocas hojas que me quedan de mi cuarta lectura de "Bodas de Sangre", de García Lorca ("español y maricón", en sucintas palabras de nuestra profe de teatro). Se acabó, no voy a leer la antología de poemas de García Lorca porque son un bodrio (lo intenté, lo juro), y no voy a leer los apuntes de Oftalmología porque tienen menos de cinco horas de escritos y los apuntes demasiado frescos no - se - leen. Por suerte que cambié la música del celular hace poco, ando shuperloco y estoy con ATB the DJ. La rucia de enfrente me hace ojitos, pero estoy justo en la parte de la fila en que hace un codo en el patio así que estamos como a 50 puestos de distancia, la fila avanza y la pierdo de vista. O sea, me pierde de vista, digno canchero y sobrado ante todo.
Aguante MSPaint
Llego. Bless mi ejecutividad, tengo en mis manos un flamante pase temporal en menos de 24 horas desde la terrible noticia.


          Todo es de colores de nuevo, tomo dos cafés (gracias vales de la escuela de medicina, el café gratis tiene AÚN mejor sabor), la vida es hermosa, tengo pase. Imprimo apuntes de Oftalmología (mi resolutividad del día de hoy noconocelímites), bella ciencia pero un compañero ya la caló para toda la vida así que ni pensarlo, es de él y de nadie más. Taller de Teatro, muy agradable, el café sigue kicking really hard así que soy el alma de mi propia fiesta.


Son las ocho&treinta app. Metro Universidad Católica. Flamante pase nuevo de repuesto. A cargarlo.


Joven, el pase no está activado. Tiene que activarlo en un puntobip. Pero a esta hora están cerrados.