"When the doors of perception are cleansed, man will see things as they truly are, infinite"
-William Blake
Sucede que a veces soy más amplio que mí mismo.
Hay un sitio (un nivel) donde la elación se redistribuye en algo más divinizado - de una divinidad pantéica - y cuando la metilxantina sobrepasa el nivel los límites se hacen ásperos y luego ya no están:
Soy todo el vagón, soy amplio y los siento a todos en mi seno
en el pecho de mi pecho
amplio y ya no quepo en mí mismo
pero así también entonces me encojo de pronto
y soy diminuto, invisible, miserable
y luego ya no tengo un tamaño, y todo lo que me arraiga es mi mano aferrada hasta que suelto y soy la mano
Y hoy la miraba
y me di cuenta que no era mi mano
que en algún momento - antes - ya no era mi mano, era la mano
y yo mismo entero ya no era, otro. En el vagón me había mezclado y de pronto la verdad
es que yo antes no había sido, y otro me suplantó sin darme cuenta.
Luego retorné lentamente, pero mi mano, la veía y la veía y era nueva, estaba allí, y me maravillaba. Lentamente reestructuraba los límites de la presencia propia y volví a tener un nombre.