Lo que hace que la realidad sea más ancha, lo que patea el límite un poco más allá, lo que hace a la verdad algo DINÁMICO... Neología es, en extensión, lo nuevo. Pero no con intención rupturista: Es el crecimiento.
Advertencia
Este blog NO es el blog del Médico Juan - Ignacio Reculé Rivera. Si usted busca a ese facultativo, puede encontrarlo AQUÍ.
Mostrando entradas con la etiqueta palabras. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta palabras. Mostrar todas las entradas
6 de abril de 2011
Reflexiones de Micro
Ese momento en que te das cuenta que
indefectiblemente
(sí, esto es una excusa para usar esa palabra, así que aquí vamos de nuevo,)
indefectiblemente
te vas a morir
así que nada de lo que hagas
nada de lo que sufras por
de lo que te esfuerces por
de lo que te deslomes y desveles y desarmes y descoordines y descoques por
nada de eso es importante al final
y si es así
no te preocupes del final.
Hay sol. Good enough.
Luego es el obligatorio
mandatorio
(si eres yo, claro,)
de acordarte de ese proyecto que has abrigado toda la vida
de vivir por siempre.
Entonces
solución: No hay final
así
no te preocupes del final.
Hay sol. Good enough.
Y entonces
(y entonces nunca comiences un párrafo con una conjunción copulativa, me sé todas esas reglas y me las froto vigorosa y estimulantemente por el fin del conducto digestivo)
llegas a la casa y te lees de vuelta hacia atrás y claro
estás diciendo lo mismo que han dicho pero todos
desde siempre
y piensas
en lo interesante que sería reciclar las reflexiones;
que hubiese un tacho grande donde ponerlas y las llevaran a batirlas y derretirlas y moldearlas de nuevo
para recuperar el material digo,
pero es medio obvio
que es un material altamente renovable
y el monopolio del reciclaje
ya lo tienen las religiones.
Hay sol. Good, good enough.
16 de marzo de 2011
Chédiak - Higashi
Es un defecto de movimiento de lisosomas, sindromáticamente como deficiencia inmunitaria.
Irrelevant, that.
Lo importante es que
Chédiak - Higashi
Saborea la palabra en la lengua, déjala pesar un poco sobre el centro y después proyéctala golpeada contra tu paladar. Chédiak - Higashi;
Chédiak - Higashi.
Irrelevant, that.
Lo importante es que
Chédiak - Higashi
Saborea la palabra en la lengua, déjala pesar un poco sobre el centro y después proyéctala golpeada contra tu paladar. Chédiak - Higashi;
Chédiak - Higashi.
8 de marzo de 2011
On the Nature of Love
(díptico con On the Nature of Hatred)
Alguna vez bajo un árbol dije
el amor es la generación de un proyecto; es la tendencia de un ente
a otro ente (incluso a sí mismo)
que invade, que se enraiza tan profundamente que llega al fondo
y cuando una tenue proyección de eso que es como una suave masa líquida y blanca, como un virus toca el proyecto que tienes de ti mismo,
ahí empieza el amor;
Es eso que es tan fuerte que te permite modificar
lo que creías y querías que ibas a ser
para integrar eso que amas (ella él tu perro tu gato tu colección de cartas Magic)
en lo que vas a ser
de ahora en adelante.
Es que el otro ya no es otro porque yo soy su otro y entonces ahora somos
un algo que es distinto;
y mucho más importante,
somos un algo que va a ser.
El amor es un proyecto, es un objetivo, es soñar tu propia definición
incluyendo al otro,
es avanzar hacia esa definición de ti mismo
que incorpora al otro
que lo hace no necesario, porque en nuestra lengua eso parece implicar debilidad
sino integrante
es parte de la integralidad que eres tú.
Eso es amor, dije como un pequeño Buddha debajo de un árbol que no era una higuera.
Creo que aúnse prueba quiero que se pruebe verdadero para mí.
Sin embargo, hoy veo una aporía incandescente, un mal terrible, un cáncer instalado en esta definición que me gusta tanto, que he acariciado y construido y limado a lo largo de mi experiencia vital.
Requirencia de simultaneidad.
El amor es un proyecto, y eventualmente, puede desarrollarse unilateralmente:
Yo cambio mi proyecto y modelo mi futuro para incluirte en él, a mi manera, aunque sea como una imagen, o un ídolo. Podría ser suficiente.
Pero el buen tino dice que uno nunca se contenta con eso.
Quiere reciprocidad; pareciera ser que sólo a través de ésta el proyecto alcanza sus cotas más altas de grandeza.
Sin embargo, sucede en la gran mayoría de individuos que han aprendido a no entregar más allá de lo que reciben.
El amor sería entonces
un evento
que requiere la preexistencia de sí mismo para suceder completo.
Alguna vez bajo un árbol dije
el amor es la generación de un proyecto; es la tendencia de un ente
a otro ente (incluso a sí mismo)
que invade, que se enraiza tan profundamente que llega al fondo
y cuando una tenue proyección de eso que es como una suave masa líquida y blanca, como un virus toca el proyecto que tienes de ti mismo,
ahí empieza el amor;
Es eso que es tan fuerte que te permite modificar
lo que creías y querías que ibas a ser
para integrar eso que amas (ella él tu perro tu gato tu colección de cartas Magic)
en lo que vas a ser
de ahora en adelante.
Es que el otro ya no es otro porque yo soy su otro y entonces ahora somos
un algo que es distinto;
y mucho más importante,
somos un algo que va a ser.
El amor es un proyecto, es un objetivo, es soñar tu propia definición
incluyendo al otro,
es avanzar hacia esa definición de ti mismo
que incorpora al otro
que lo hace no necesario, porque en nuestra lengua eso parece implicar debilidad
sino integrante
es parte de la integralidad que eres tú.
Eso es amor, dije como un pequeño Buddha debajo de un árbol que no era una higuera.
Creo que aún
Sin embargo, hoy veo una aporía incandescente, un mal terrible, un cáncer instalado en esta definición que me gusta tanto, que he acariciado y construido y limado a lo largo de mi experiencia vital.
Requirencia de simultaneidad.
El amor es un proyecto, y eventualmente, puede desarrollarse unilateralmente:
Yo cambio mi proyecto y modelo mi futuro para incluirte en él, a mi manera, aunque sea como una imagen, o un ídolo. Podría ser suficiente.
Pero el buen tino dice que uno nunca se contenta con eso.
Quiere reciprocidad; pareciera ser que sólo a través de ésta el proyecto alcanza sus cotas más altas de grandeza.
Sin embargo, sucede en la gran mayoría de individuos que han aprendido a no entregar más allá de lo que reciben.
El amor sería entonces
un evento
que requiere la preexistencia de sí mismo para suceder completo.
On the Nature of Hatred
(díptico con On the Nature of Love)
¿Qué es el odio?
Probablemente la pregunta carezca de sentido, en la medida en que aún llegando a un concepto canónico de a qué nos referimos...
...nadie lo adoptaría. Está demasiado imbricado en el lenguaje, demasiado compulsivamente metido en las cosas que tenemos que hacer de vez en cuando. Nadie nos va a discutir que defenestrar es la bella palabra que se asigna al acto de lanzar a una persona por la ventana en forma de castigo; pero eso es porque uno no anda defenestrando todo el tiempo.
Odiar es público y polimorfo.
Odiar es... ¿natural?
Siempre he defendido que el odio es el opuesto del amor, que el amor es la entrega total para generar realidades nuevas, mientras que el odio... ¿es la ausencia de entrega? ¿para no generar nada? ¿para destruir, quizá?
Quizá no estaba tan acertado. Quizá el odio es una actividad en sí misma, un evento positivo más que el opuesto de otro. El odio es una dirección, una tendencia, una fiebre que produce, que genera.
¿Debe odiar el hombre? ¿Cómo se selecciona en la evolución este rasgo aparentemente estorboso? Somos animales gregarios y débiles en soledad, diseñados para la potencia de la masa. Y nadie puede negar que el rasgo es ubicuo. El odio está en todas partes, todas las razas, todos los credos, todas las culturas tienen una palabra para él, una manera de pronunciar esto que a veces estalla en el pecho y quiere echar las costillas afuera, preferentemente en jabalinas para rasgar las carnes, para destruir lo odiado.
Otra pregunta tonta. Por supuesto que debe odiar, si no el rasgo no nos serviría, no estaría en nosotros. La pregunta es teleológica.
¿Por qué debe odiar?
¿Es el odio bueno?
¿Es el odio el motor que nos mueve? ¿Necesitamos el odio para seguir yendo?
Los humanos aman para mantener la manada. ¿El odio genera nuevas manadas? ¿El odio genera al apartado, al diferente, al que se aleja y es nuevo, al que inventa?
La masa que ama
se queda inmóvil
y perece.
El odio salva a aquél que odia. ?
El odio mantiene al hombre vivo. Preda, abandona, let go and kill thy brother, thy sister, thy father, thy lover.
Eat. Hate. Eat. Hate. Eat. Hate. Eat. Hate. Eat. Hate. Eat. Hate. Eat. Hate. Eat. Hate.
Oh dios odios oh dios odios oh dios odios oh dios odios oh dios odios oh dios odios.
El odio es la herramienta de los Cainitas.
¿Qué es el odio?
Probablemente la pregunta carezca de sentido, en la medida en que aún llegando a un concepto canónico de a qué nos referimos...
...nadie lo adoptaría. Está demasiado imbricado en el lenguaje, demasiado compulsivamente metido en las cosas que tenemos que hacer de vez en cuando. Nadie nos va a discutir que defenestrar es la bella palabra que se asigna al acto de lanzar a una persona por la ventana en forma de castigo; pero eso es porque uno no anda defenestrando todo el tiempo.
Odiar es público y polimorfo.
Odiar es... ¿natural?
Siempre he defendido que el odio es el opuesto del amor, que el amor es la entrega total para generar realidades nuevas, mientras que el odio... ¿es la ausencia de entrega? ¿para no generar nada? ¿para destruir, quizá?
Quizá no estaba tan acertado. Quizá el odio es una actividad en sí misma, un evento positivo más que el opuesto de otro. El odio es una dirección, una tendencia, una fiebre que produce, que genera.
¿Debe odiar el hombre? ¿Cómo se selecciona en la evolución este rasgo aparentemente estorboso? Somos animales gregarios y débiles en soledad, diseñados para la potencia de la masa. Y nadie puede negar que el rasgo es ubicuo. El odio está en todas partes, todas las razas, todos los credos, todas las culturas tienen una palabra para él, una manera de pronunciar esto que a veces estalla en el pecho y quiere echar las costillas afuera, preferentemente en jabalinas para rasgar las carnes, para destruir lo odiado.
Otra pregunta tonta. Por supuesto que debe odiar, si no el rasgo no nos serviría, no estaría en nosotros. La pregunta es teleológica.
¿Por qué debe odiar?
¿Es el odio bueno?
¿Es el odio el motor que nos mueve? ¿Necesitamos el odio para seguir yendo?
Los humanos aman para mantener la manada. ¿El odio genera nuevas manadas? ¿El odio genera al apartado, al diferente, al que se aleja y es nuevo, al que inventa?
La masa que ama
se queda inmóvil
y perece.
El odio salva a aquél que odia. ?
El odio mantiene al hombre vivo. Preda, abandona, let go and kill thy brother, thy sister, thy father, thy lover.
Eat. Hate. Eat. Hate. Eat. Hate. Eat. Hate. Eat. Hate. Eat. Hate. Eat. Hate. Eat. Hate.
Oh dios odios oh dios odios oh dios odios oh dios odios oh dios odios oh dios odios.
El odio es la herramienta de los Cainitas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)