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6 de mayo de 2013

Trivium

[un pedacito de un poema más largo. Un poema que hay que leer bien lento, con un tazón de té grande, con lluvia, con algo como:
Intro by The xx on Grooveshark .]
 

  i
Cabecita rubia
Cabecita morena
cabecita de trigo o cabecita de cebada que coronas los campos
florecita en el aire.

Te tomaría yo
de tu talle delicado, y girando
a volar, florecita, cabecita de cebada, cabecita de trigo,
a surcar el aire desde mis manos.

Cabecita mis dedos
son como avenidas para tu cuerpo tibio
en un gesto te abarco toda
pero no importa:
yo puedo
deslizarme lentamente & con cuidado
porque
como una cascada hay que caer (sin sonido)
como un viento de agua,
y ser una caricia sonriente, cabecita morena, cabecita rubia,
yo quiero ser.

Hay el perfume de las flores de noche
& el sol se mata tomándose todo el mar;
así yo quiero ser pero más sutil,
cabecita rubia, cabecita morena,
bajar quedito sobre ustedes y tomármelas todas
pero te juro
yo no me voy a apagar.

cuando tú te duermas
con mi mano perdida
haciendo nido en tu pelo,
mientras te acuno como el campo guarda
el suspirar de las cosechas
ahí dormiré yo.

  ii
Cuando haya perdido mi nombre
y tú hayas olvidado los tuyos
debajito del piso,
en la oquedad húmeda de una piedra,
a la vera del camino,
entonces seremos del campo,
seremos el campo,
seremos el valle y su rumor de agua que canta en el cauce
o la voz que musita
suspendida en la sorpresa del cántaro,
todo seremos
(ya lo somos)
cuando se rompan
                                  las jaulas
                                                     de las letras,
cuando te tome la mano
y descubra
que mi mano ya está en tu mano,
y me eche a andar y descubra
que tú ya me llevabas
que siempre estábamos en movimiento.

23 de abril de 2013

Confianza

Este es un trocito de un poema que me tocó leer en público hace poquito.
Pierde algo cuando no está dicho en voz alta; este es uno de los pocos poemas que he hecho
que es para leérselo a alguien.

No tengo fianza con que pagarte mi rescate,
mi alma tiene dismetría,
sólo puedo darte la verdad:
te deseo,

te deseo que me tomes
y me alces
en tu puño
como un fuego pesado
como una mancuerna infinita
y denso como una manopla,
yo te pregunto,
si así podrías hacerlo y volverme desde el fondo de la tierra a mi lugar del firmamento
para brillar junto a ti
allí donde los espacios son infinitos
y aunque todo viene llegando
                                          todo ya está en su lugar.