Los Fetiches

Y mientras la vida vuelve y vuelve en su trencírculo, o trencirco, que al final es lo mismo, lo único que hace más cómodo el vagón que los durmientes

parecieran ser los fetiches.
Los objetos, los objetocuerpos, los cuerpos. Pero también los rostros, los rostroalmas, las almas.

Todo, todo es fetiche-susceptible. Help me out wiki con que

"A fetish (from the French fétiche; which comes from the Portuguese feitiço; and this in turn from Latin facticius, "artificial" and facere, "to make") is an object believed to have supernatural powers, or in particular, a man-made object that has power over others. Essentially, fetishism is the attribution of inherent value or powers to an object."

Y ahí está, gol de la wikipedia de nuevo.

Fabricarse la vida es fabricarse fetiches que la hagan valer la pena.
No lo olvides, no lo olvides nunca ave fénix que por ahí deambulas, haciendo tu gracia de nuevo y de nuevo y de nuevo. Darles poderes sobrenaturales, darles alas y echarlos a volar, Ícaros. Darles la posibilidad de salvarte de ti mismo.

Aunque todo sea facticio.

La palabra me vino con el café, no con un surfeo en las profundidades abisales de la pornografía internetística, por si acaso. Y heme (aquí, no grupo heme), ciclando y ciclando la canción del encabezado (gracias Renato), dándole vueltas y accediendo:

Mi vida funciona en base a fetiches. Atribuyéndole valores inherentes a cosas que... vamos, ¿hay algo con valor inherente?

Estudio - Arte - Belleza
Nada. Al fin y al cabo, lo único que separa eso de la ley de la escopeta es que otros tienen sus fetiches y los adoran también. Pero si ya sé esto,

la fragilidad de mis propios fetiches es infinita. ¿Qué me motiva a respetar mis fetiches ahora? ¿Qué me levanta a leer los fenómenos paratiroídeos? Por supuesto que nada, por eso estoy hablando de fetiches en un blog ahora.

Y eso. Mis fetiches van y vienen. Fetiche Fetiche Fetiche. Has a ring. Fetiche.

Me repliego a la genuflexión mental.