Lo que hace que la realidad sea más ancha, lo que patea el límite un poco más allá, lo que hace a la verdad algo DINÁMICO... Neología es, en extensión, lo nuevo. Pero no con intención rupturista: Es el crecimiento.
Advertencia
Este blog NO es el blog del Médico Juan - Ignacio Reculé Rivera. Si usted busca a ese facultativo, puede encontrarlo AQUÍ.
Son las 1:22 de la mañana. Hace frío, y la noche se deja reflejar por una neblina tenue que humedece todo lo que se mueve. Es Kennedy con Manquehue, es el medio de la nada y un vacío de microbuses que comienza a prolongarse y hace sospechar... que el anhelado transporte público no llegará.
Es la noche, es el frío, es la espera. Es el foco blanco que ridículo se esfuerza en seguir siendo un pequeño sol en medio de la oscuridad que envuelve todo y hace que el frío sea más frío.
Pero también es una luz solitaria que se acerca. Fuera de pantalla decía Corro, cuando trataba de enseñarnos sobre apreciación cinematográfica y en nuestras cabezas rebotaba pueden sonar algunas cosas, y ustedes van a saber de inmediato que viene un camión frenando, por ejemplo, y que va a haber un choque; o balazos. Esto es más que el sonido, e imaginar lo sucede; son códigos, es un lenguaje que está validado por la repetición y así mismo el foco solitario viene etiquetado moto, porque un foco solitario que suena así no puede sino ser una moto, y cuando se acerca a mí y mi foco la moto empieza a ser menos luz solitaria y más moto, incluso motocicleta, y en la motocicleta un bulto y luego ya no bulto sino hombre en una motocicleta, hombre que decide ir bajando la velocidad en forma paulatina y calculada, y entonces motocicleta y hombre en motocicleta se detienen justo en frente a mí y
- Hola, estoy perdido, ¿Cómo me voy al centro?
Y esa es la historia de cómo me fui con José, bartender, a las 1 y media de la mañana, en moto, porque yo necesitaba que me llevaran, y él que lo guiaran. Mi vida es como mucho más divertida que las vidas normales.
Se me perdió mi bufanda. Se me quedó en el bus Valparaíso - Santiago; estaba en mi bolsillo mal sujeta y debe haberse caído en el proceso de bajarme.
Era roja, de lana, la tejí yo mismo; me demoré mucho, muchísimo, equivocándome, corrigiendo, arreglando, desarreglando, y era mía.
Mañana voy a tener que cruzar a la feria que hay enfrente del Santa Lucía a comprarme una bufanda
hecha por otra persona
con una lana rasposa
porque el frío arrecia en las mañanas rumbo al hospital
y va a ser
la metáfora más bonita que me podría haber hecho la vida chúpalo JI, las cosas no te van a salir como las quieres aquí el orden lo pongo yo y tú vas a ser simplemente uno más, común, habitual, y corriente.
Todos escribimos desde el humus de nuestra mente, al final. Lo que es menos claro, pero igual de cierto, es que también leemos desde allí: Lo que vamos pensando, lo que rellena el día, que es la materia que se va acumulando al fondo del seso, se descompone lento como en una compostera, y hace que nos terminemos preguntando por qué pareciera que los mismos temas se nos repiten en distintos colores.
Eugène Minkowski
Estoy en el terminal, con frío, porque Santiago está helado, huyendo de los malditos y obsesivos fumadores (un paciente se mandó una para el bronce: "es más fácil que deje la pasta a que deje de fumar, doctor") que llenan el aire de cenizas; busco un lugar para poder abrir mi librito azul, y cuando al fin lo logro, desde hace 80 años, me habla el tiempo vivido:
En presencia de este particular empobrecimiento de su vida [la de un enfermo] experimentamos la dolorosa sensación de saberlo todo acerca de él. Falta el fondo común con nuestros semejantes; el psiquismo de nuestro enfermo se halla demasiado cerca de nuestro entendimiento; vemos delante de nosotros ese psiquismo en todos sus detalles, como un conjunto de objetos y no como una obra de teatro, tras la cual se siente el juego de fuerzas divinas. Desarraigado de la base común nuestro enfermo no tiene, desde este punto de vista, nada de "semejante"; tenemos ante nosotros a un alienado.
[...]
Ahora sé, yo, que seguirá afirmando que será ajusticiado la noche siguiente; él lo hace realmente, sin preocuparse por el presente ni por el pasado. [...] Nuestro enfermo carece por completo de este propulsión hacia el futuro; no tiene tendencia alguna a generalizar, a llegar a una regla empírica.
[...]
Éstas [las jornadas], por ello, conservan una independencia mayor que la ordinaria, no se desvanecen en la sensación de la continuidad de la vida; cada una de ellas emerge como un islote independiente del mar gris del futuro; reinicia de nuevo la existencia; lo ya hecho, lo ya vivido no intervienen del mismo modo que en nosotros, porque parece que no existe el deseo de ir más lejos [...] el futuro está obstruido.
El Tiempo Vivido. Eugène Minkowski, 1933.
Simultáneamente (¿al mismo tiempo?), en mis oídos, Trent Reznor acompaña con esto, como si yo también fuera el personaje de un sueño apodíptico, y paranoico, sintiera que todo el universo gira en torno a mis ideas:
Los esquizofrénicos no la pasan bien.
No sé exactamente lo que quiero decir con este post, pero llevo 21 días en la corta estadía psiquiátrica del Sótero (no, malditos, no internado, sino como interno). Por ahí leí (ya no me acuerdo a quién, carajo), algo así como "el esquizofrénico vive absorto en su psicosis, en su rico mundo interior", y hoy (hace una semana) la Coni (es tan linda la Coni, con esos ojazos como dos melones negros) "están como en su mundo, viven su locura".
Nein nein nein nein. ¿Te imaginai lo que es no saber clarito dónde te acabas y donde empieza el mundo? ¿no estar seguro de qué es el mundo? ¿qué significan las cosas?. No, weón, los esquizofrénicos no la pasan bien.
El enfermo psiquiátrico es el salón experimental del hombre por excelencia. El mejor modelo para entender la naturaleza del ser humano es aquél donde el mosaico se ha quebrado, donde las piezas han sido arrojadas fuera del lugar.
El Verstehen de Jaspers, la comprensión que es posible entre semejantes, es una forma de mímesis de un alma por la mía. Hacer esa mímesis es ser una interprteación, es estar versionando; sospecho la imposibilidad de extraer bloques de abstracción desde allí, desde tan cerca. La identificación impide el reconocimiento de lo que subyace; el contenido reflejado opaca la forma. (No niego, sin embargo, la posibilidad de extraer Dharma, obtener conocimiento sin palabras, forma repleta de contenido, es decir especificada, ya no abstracta: forma puesta en movimiento).
Desarmar la guitarra eléctrica no es similar a tocarla. Pero desarmar la guitarra, explicar la guitarra y reconstruirla reotorga al tocar una dimensión de sacralidad.
De eso se trata la psiquiatría. El Ser - Devenir Humano (Minkowski me echó a perder el concepto de ser si no va acompañado del devenir; lo estático y lo fluente, lo expandido y lo expansivo, lo continuo y lo que continúa, se necesitan recíprocamente para explicar - y también para nombrar - al bicho que es el hombre) es SAGRADO. Reconocer las partes del individuo desorganizado es única manera de estar suficientemente lejos del Verstehen para casi secretamente, abrigar la esperanza de en algún futuro, proponer la reconstrucción.
Aciago precio para el enfermo. Pero teniendo esta sacralidad siempre en vigencia, podemos encontrar un sentido verdadero al ejercer.
Nota a la música: Note las intrusiones. Sienta los aplausos como el brote de un estado afectivo ajeno, que interrumpe. Experimente el bajo ostinato como la monotonía impresa por la atemporalidad. Deje rebotar la insistencia del piano como la certeza palpable a la que puede, a la que debe aferrarse en un entorno incomprensible y hostil. Entonces - sólo entonces - deje aparecer el contenido; sienta esta sospecha de irrealidad, de - en cierto modo - de ocultación, y afírmese insistentemente a ella, porque ese delirio es ahora lo único que tiene: porque le llena la mente. Bienvenido a la experiencia esquizofrénica, amigo. See the animal in his cage that you built, (Mira el animal en su jaula, la que tú construiste) Are you sure what side you’re on? (¿Estás seguro del lado en el que estás?) Better not look him too closely in the eye, (Mejor no mirarlo demasiado cerca a los ojos) Are you sure what side of the glass you are on? (¿Estás seguro de la parte del vidrio en que estás?)See the safety of the life you have built, (Mira la seguridad de la vida que has construido) Everything where it belongs (Todo donde pertenece) Feel the hollowness inside of your heart, (Siente el vacío adentro de tu corazón) And it’s all… right where it belongs (Y todo está… justo en donde pertenece) What if everything around you, (¿Qué tal si todo lo que te rodea) Isn’t quite as it seems? (no es tal como parece?) What if all the world you think you know, (¿Qué pasa si todo el mundo que crees que conoces) Is an elaborate dream? (es un sueño elaborado?) And if you look at your reflection, (Y si miras en tu reflejo) Is it all you want it to be? (Es justo todo lo que quieres que sea?) What if you could look right through the cracks, (¿Qué pasaría si pudieras mirar a través de las grietas,) Would you find yourself… find yourself afraid to see? (te hallarías… te hallarías asustado de mirar?) What if all the world’s inside of your head? (¿Qué pasa si todo el mundo está dentro de tu cabeza?)Just creations of your own (Simplemente creaciones tuyas) Your devils and your gods all the living and the dead (Tus demonios y tus dioses, todo lo viviente y lo muerto) And you’re really all alone (Y estás realmente solo por completo) You can live in this illusion, (Puedes vivir en esta ilusión,) You can choose to believe. (Puedes elegir creer.) You keep looking but you can’t find the woods, (Sigue buscando pero no vas a encontrar la arboleda)While you’re hiding in the trees (Mientras te escondes en los árboles) (buena parte modificado desde acá)
- Walter Benjamin El verso tenía esa ventaja incomparable: si sonaba bien, estaba bien, y uno podía olvidarse del sentido, que surgía de todos modos. Nunca había tratado de explicarle a nadie lo que era la poesía y cómo funcionaba. Pero se había pasado la vida explicándoselo a sí mismo. Lo hacía cotidianamente, en largos soliloquios con variaciones. Pero nunca se le había ocurrido pensar que esas explicaciones se dirigían a alguien que ya lo sabía, porque giraban en el circuito cerrado de él mismo. La bella Rosetta era la primera en oírlo, el primer otro en oír lo que él siempre se había estado diciendo. Y sintió que era imposible que lo entendiera. No porque se explicara mal, ni porque ella no tuviera la inteligencia suficiente, sino porque esa materia (la poesía) sólo se hacía entender en el círculo redundante del soliloquio.
Me sucede con frecuencia estancarme en un verso,
en un par de versos y tener que estar toda una tarde dilucidando de dónde vienen, o para dónde van. Hace un par de días hube de leer toda mi producción 2012 -2013 (tres cuadernos) infructuosamente. Todavía sufro, y estas son las palabras:
Que son
formas tan distintas
de la espera
Sé que originalmente son parte, son comentario entre paréntesis de un verso más grande. Y muero de ganas de saber cuáles eran esas formas tan distintas de la espera que había puesto en el poema; qué estaba pensando en ese momento. Pero no lo encontré, y lo voy a olvidar hasta que algún día lea justamente ese poema, perdido pero conservado, y espero que entonces se me abran las alas de la mente como un repollo y la verdad sea dada.
No obstante, no son estériles estas fatigosas jornadas de persecución. Encontré esta joyita del dieciséis de septiembre del 2012:
Las almas las cura el papa
Las escrófulas el rey de Inglaterra
el tiempo a los corazones,
pero a mí quién
yo sin armar alboroto quiero saber
quién está designado
y me va a curar de esta herida
que me cruza como un libro
y sangra
con un sangrado que se ve como arterial
Casi todos los últimos posts son poemas, o revolverse sobre imbricaciones acerca de la belleza, el futuro, elegir, pasquines así en vez de revistas o libros vivenciales. Así están las cosas. Contemplatiiiivas.
Además uno de los temas que tiene escribir poemas es que te vas acostumbrando, el verso se hace una forma más fácil de comunicación, las líneas son la pausa natural del lenguaje, y la poesía es una forma de buscar la verdad; y aunque mi verdad es entretenida y he conocido gente asombrosa y distinta y sugerente e inquietante, simplemente es gente que no es para contarla en una historia. Pero sí en un poema.
Pero doy gracias, porque le puedo decir a mi vida lo mismo que le dije - en un poema - a una de esas personas divertidas:
"me haces girar como un cañón gattling
produzco una nube de metralla
que llueve incandescente sobre el hambre de la tierra"
Alas, poor Yorick. Si pudieras darte el gusto de verla imagínate toda una campiña amarilla y al centro una flor dorada imagina que la flor dorada se desplaza y con ella toda la campiña se levanta y la acompaña para que siempre esté al centro No es la flor arrebatada es la flor y toda la campiña que la sigue como la tela sigue al vestido. Estos fenómenos que acabo de describir son los que corresponden, poor, poor fool, o friend, a nada más que su sombra.
- Empecé la parte en que converso en voz alta conmigo mismo. Paso mucho tiempo solo.
- ¡Entiendo a Alejandra Pizarnik! es una revelación de lo máximo y lo más. Pero es que
"Mi desnudez te daba luz como una lámpara. Pulsabas mi cuerpo para que no hiciera el gran frío de la noche, lo negro"
(23 de Noviembre del 69, hace 44 años, ¡ella lo dijo!)
***
No puedo dejar de ver al universo como una promesa, y no he llegado a consenso en el congreso de mi mente si esto es o no congruente con mi marco teórico. Case in point:
Nuevamente el Ciclo de Conciertos del Municipal. Vino Itzhak Perlman (el paso siguiente es llamarse Shylock, supongo), y tocó a Tartini. O sea tocó un montón de cosas, y al final el público bramaba con sus bagatelas hechas a la velocidad del sonido, pero él, yo, y algunos cuantos de la sala lo teníamos más que claro: había venido a tocar a Tartini.
Sublime. Él, su violín, un piano que acompañaba como una sombra, hasta el momento del "libre", en que construyó una armonía a punta de arpegios sentidísimos... pero divago. Seis o siete asientos a la izquierda, había una colorina (prefiero esa palabra diccionarios completos antes que pelirroja... y sí, acuño "diccionario" como medida de preferencia lingüística), de alrededor de 35 años. Preciosa. Tenía un cuello de por lo menos 25 centímetros. Hipnótico. Los músculos eran como cuerdas tenuemente disimulados por la piel, blanca y tersa...
Desapareció como por magia al finalizar la función, añadiéndole carga a mi cerebro para no asumirla simplemente como una aparición sobrenatural.
Pero lo que queda: El universo promete y promete, y cumple como un desaforado: Más belleza, más belleza, más emoción, más fuego, un torbellino asombroso que arroja volando las cenizas ardientes que me caen frente a los ojos y me anonadan. Pero mirando a la colorina me di cuenta que los dos caminos son posibles: Correr como algo en la noche que corre, correr porque hay que correr y la luna grita en el cielo, y dejar que el tornado de fuego arroje sus rayos hasta quemarme al final,
o parar. Detenerme, y dejar de ver, y que los ojos se vuelvan hacia dentro, hacia una mano tibia que tomo y que me toma.
Parece que quiero eso último, pero es tranquilizador que, sea lo que sea, el universo se pone siempre con todo, como un anfitrión que goza armando el carrete.
[un pedacito de un poema más largo. Un poema que hay que leer bien lento, con un tazón de té grande, con lluvia, con algo como: Intro by The xx on Grooveshark .] i
Cabecita rubia
Cabecita morena
cabecita de trigo o cabecita de cebada que coronas los campos
florecita en el aire.
Te tomaría yo
de tu talle delicado, y girando
a volar, florecita, cabecita de cebada, cabecita de trigo,
a surcar el aire desde mis manos.
Cabecita mis dedos
son como avenidas para tu cuerpo tibio
en un gesto te abarco toda
pero no importa:
yo puedo
deslizarme lentamente & con cuidado
porque
como una cascada hay que caer (sin sonido)
como un viento de agua,
y ser una caricia sonriente, cabecita morena, cabecita rubia,
yo quiero ser.
Hay el perfume de las flores de noche
& el sol se mata tomándose todo el mar;
así yo quiero ser pero más sutil,
cabecita rubia, cabecita morena,
bajar quedito sobre ustedes y tomármelas todas
pero te juro
yo no me voy a apagar.
cuando tú te duermas
con mi mano perdida
haciendo nido en tu pelo,
mientras te acuno como el campo guarda
el suspirar de las cosechas
ahí dormiré yo.
ii
Cuando haya perdido mi nombre
y tú hayas olvidado los tuyos
debajito del piso,
en la oquedad húmeda de una piedra,
a la vera del camino,
entonces seremos del campo,
seremos el campo,
seremos el valle y su rumor de agua que canta en el cauce
o la voz que musita
suspendida en la sorpresa del cántaro,
todo seremos
(ya lo somos)
cuando se rompan
las jaulas
de las letras,
cuando te tome la mano
y descubra
que mi mano ya está en tu mano,
y me eche a andar y descubra
que tú ya me llevabas
que siempre estábamos en movimiento.