en un par de versos y tener que estar toda una tarde dilucidando de dónde vienen, o para dónde van. Hace un par de días hube de leer toda mi producción 2012 -2013 (tres cuadernos) infructuosamente. Todavía sufro, y estas son las palabras:
Que son
formas tan distintas
de la espera
Sé que originalmente son parte, son comentario entre paréntesis de un verso más grande. Y muero de ganas de saber cuáles eran esas formas tan distintas de la espera que había puesto en el poema; qué estaba pensando en ese momento. Pero no lo encontré, y lo voy a olvidar hasta que algún día lea justamente ese poema, perdido pero conservado, y espero que entonces se me abran las alas de la mente como un repollo y la verdad sea dada.
No obstante, no son estériles estas fatigosas jornadas de persecución. Encontré esta joyita del dieciséis de septiembre del 2012:
Las almas las cura el papa
Las escrófulas el rey de Inglaterra
el tiempo a los corazones,
pero a mí quién
yo sin armar alboroto quiero saber
quién está designado
y me va a curar de esta herida
que me cruza como un libro
y sangra
con un sangrado que se ve como arterial
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