¿Qué concha, JI?
Yolandi Visser es una sudafricana parte del trío de música Rave-Rap Die Antwoord.
Die Antwoord significa La respuesta en afrikaans, ese idioma que está al principio de todos los menúes de idioma en la vida, un lenguaje híbrido de holandés, inglés, y dialectos nativos que hablaron los Bóers.
El Rave es como el Death Metal de la música electrónica. Y el rap es el rap.
Weird, ain't it?
Visser es rica, rica a cagar. De nariz finita, ojos grandes, boca dibujada a mano. Pero fuck all that, estéticamente explota el Zef, que es una palabra un poco imposible de traducir, así como traducir Redneck como "Cuello rojo" no dice nada. El Zef es la clase trabajadora blanca sudafricana que vive en blocks o casitas pareadas. La Florida, el Maipú profundo.
En los videos se viste con ropas harapientas, o se interpreta a sí misma como un personaje marginal, medio thug al peo, flaite. Ratas. Pelo sobredecolorado, corte flaito-punk.
Es repulsivamente interesante. El grupo y ella fluctúan cortejando la idea de la sátira, pero sin caer nunca en la caricatura; nunca sabes si se lo están creyendo o te están timando. Y debo decir que si les das un rato y un espacio, temas como Baby's on Fire o I fink u Freeky son buenos, bien buenos.
Me gusta el challenge visual que representan ella y Die Antwoord. Me gusta esta cultura nacida de la discultura. ¿Por qué es diferente al reggaetón, JI, dime, a ver? No estoy seguro. Quizá porque hicieron un minifilme con Harmony Korine (right in the balls, eh, hipster?), quizá porque en medio de sus temas se dejan ver entre líneas cosas como crítica cultural densa (machismo, decadencia, circuncisión ritual, etcétera). Quizá porque la mina es absurdamente rica y juega a serlo con una antibelleza que confunde, calienta, y cuestiona. Porque siento el subtexto ahí, justo detrás de la mina rica.
Quizá porque le gusta mostrar el culo en los conciertos.