Este es un trocito de un poema que me tocó leer en público hace poquito.
Pierde algo cuando no está dicho en voz alta; este es uno de los pocos poemas que he hecho
que es para leérselo a alguien.
No tengo fianza con que pagarte mi rescate,
mi alma tiene dismetría,
sólo puedo darte la verdad:
te deseo,
te deseo que me tomes
y me alces
en tu puño
como un fuego pesado
como una mancuerna infinita
y denso como una manopla,
yo te pregunto,
si así podrías hacerlo y volverme desde el fondo de la tierra a mi lugar del firmamento
para brillar junto a ti
allí donde los espacios son infinitos
y aunque todo viene llegando
todo ya está en su lugar.
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