Dar o matar un alma es un poder de dioses. Crear o quitar vida, ese es un poder de hombres. Aprietas un botón y ¡bum! el aire queda lleno de pedazos y de muerte.Pero dar un alma o quitar un alma, eso lo hacen los dioses.
Sin embargo, queda un don, el quinto don, reservado por igual a dioses y a hombres; a algunos hombres, a genios, o a locos.
Destruir un alma.
-Cellar Heights
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