... vive conmigo.
Cáchense esa, guionistas de películas cebolla. Reality beats Fiction again.
Lo que hace que la realidad sea más ancha, lo que patea el límite un poco más allá, lo que hace a la verdad algo DINÁMICO... Neología es, en extensión, lo nuevo. Pero no con intención rupturista: Es el crecimiento.
Advertencia
Este blog NO es el blog del Médico Juan - Ignacio Reculé Rivera. Si usted busca a ese facultativo, puede encontrarlo AQUÍ.
30 de julio de 2011
29 de julio de 2011
Una para el bronce
Escribí esto en noviembre 24 del año pasado, lo reencontré hace poco, y puta que es bueno:
Así que ahí estaba yo, triste, gordito y solitario (esa tríada suele venir en pack), sentado mirando el PC, deprimiéndome de a poquito pero con ganas. “Sabes que sólo hay una salida” Dijo mi monólogo interno.
- ¿Ah? – dije expresivamente yo.
- Hay que arreglar un poco esa neurofarmacología, te digo.
- Mhhhh – consideré - ¿Qué propones?
- ¿Te queda morfina?
- Nope, se fue toda en las ratas
- Entonces vamos a tener que hacerlo the old-fashioned way...
- ¿Plantamos amapolas, las tostamos hasta conseguir opio, y después depuramos la morfina? – me miré incrédulo.
- No, tarado. Endorfinas. Vamos a tener que salir a andar en bicicleta.
La idea tenía algún sustento, así que decidí ponerla en práctica, para queja masiva y unánime de mis adipocitos. Hay que decir que el momento era el indicado, el clima de Santiago estos días se presta para salir a ver el brillante y lleno de colores Hi-Fi 18765x16759 pixeles mundo real.
No podría quejarme. El viento en la cara, la sensación de bienestar... it worked.
Pero como algo tiene que justificar el título de esto, iba yo de vuelta cuando a lo lejos divisé una pareja de adultos de esos que se llaman mayores o “en la medianía”, dependiendo de quién lo dice, paseando a sus perritos.
“Sé buena persona” me dije. “Pasa por el pasto”.
Por lo que valiente y generosamente me pasé de la acera al pasto, largo y mal cuidado. Así mientras pasaba a unos prudenciales dos metros de los susodichos veteranos, quiso la fortuna que el largo y verde follaje escondiese uno de esos monolitos que nuestra cultura consagra a evitar los estacionadores anestéticos que, de no mediar los mencionados obeliscos, impúdicamente dejarían sus vehículos obstruyendo la necesaria comunicación entre la hierba y el padre sol, destruyendo el ornato de nuestras calles.
Volé como un poco gracioso ganso tratando de aterrizar de emergencia, para caer con estrépito y alborotando los perros frente a la pareja. Y no pude evitar mandarme una de esas para el bronce:
“Perdón por la Sorpresa...”
Así que ahí estaba yo, triste, gordito y solitario (esa tríada suele venir en pack), sentado mirando el PC, deprimiéndome de a poquito pero con ganas. “Sabes que sólo hay una salida” Dijo mi monólogo interno.
- ¿Ah? – dije expresivamente yo.
- Hay que arreglar un poco esa neurofarmacología, te digo.
- Mhhhh – consideré - ¿Qué propones?
- ¿Te queda morfina?
- Nope, se fue toda en las ratas
- Entonces vamos a tener que hacerlo the old-fashioned way...
- ¿Plantamos amapolas, las tostamos hasta conseguir opio, y después depuramos la morfina? – me miré incrédulo.
- No, tarado. Endorfinas. Vamos a tener que salir a andar en bicicleta.
La idea tenía algún sustento, así que decidí ponerla en práctica, para queja masiva y unánime de mis adipocitos. Hay que decir que el momento era el indicado, el clima de Santiago estos días se presta para salir a ver el brillante y lleno de colores Hi-Fi 18765x16759 pixeles mundo real.
No podría quejarme. El viento en la cara, la sensación de bienestar... it worked.
Pero como algo tiene que justificar el título de esto, iba yo de vuelta cuando a lo lejos divisé una pareja de adultos de esos que se llaman mayores o “en la medianía”, dependiendo de quién lo dice, paseando a sus perritos.
“Sé buena persona” me dije. “Pasa por el pasto”.
Por lo que valiente y generosamente me pasé de la acera al pasto, largo y mal cuidado. Así mientras pasaba a unos prudenciales dos metros de los susodichos veteranos, quiso la fortuna que el largo y verde follaje escondiese uno de esos monolitos que nuestra cultura consagra a evitar los estacionadores anestéticos que, de no mediar los mencionados obeliscos, impúdicamente dejarían sus vehículos obstruyendo la necesaria comunicación entre la hierba y el padre sol, destruyendo el ornato de nuestras calles.
Volé como un poco gracioso ganso tratando de aterrizar de emergencia, para caer con estrépito y alborotando los perros frente a la pareja. Y no pude evitar mandarme una de esas para el bronce:
“Perdón por la Sorpresa...”
28 de julio de 2011
Chain of Thought
Hoy hizo sol sobre Valparaíso.
En mi familia, cuando alguien te tapa el sol, le decimos "Córrete Alejandro". Es por el cariño que le tenemos a Diógenes, filósofo griego y padre del cinismo, que por su doctrina, vivía en un basurero, sin preocuparse por nada. Cuenta la leyenda que Alejandro Magno, emperador del mundo (salvo por los chinitos, los chinitos seguían autónomos), lo visitó en su hogar, ofreciéndole riqueza y poder. "Diógenes, ilustre griego, frente a ti tienes al hombre más poderoso del mundo. Pídeme cualquier cosa: riqueza, poder, yo te lo puedo dar". Diógenes lo miró, dubitativo, desde su cama en la basura. "¿Cualquier cosa?". "Cualquier cosa" respondió orgulloso Alejandro. "Entonces, Alejandro... córrete un poco, que me tapas el sol".
El peculiar comportamiento de Diógenes también llevó a asociarlo con lo que hoy conocemos como Síndrome de Diógenes, una afección psiquiátrica de la esfera de la ansiedad en que el paciente es incapaz de deshacerse de objetos, porque "algún día podrían ser útiles", y paulatinamente se va rodeando de basura. Suelen descuidar su aseo personal. Algunas variantes confieren a la basura un poder místico y protector.
Hablando de acaparar cachivaches, hoy ordené mi pieza hasta la perfección. Me deshice de una pila de cosas asombrosas. Encontré un montón de fotos que no me interesaba guardar.
Foto:
En mi familia, cuando alguien te tapa el sol, le decimos "Córrete Alejandro". Es por el cariño que le tenemos a Diógenes, filósofo griego y padre del cinismo, que por su doctrina, vivía en un basurero, sin preocuparse por nada. Cuenta la leyenda que Alejandro Magno, emperador del mundo (salvo por los chinitos, los chinitos seguían autónomos), lo visitó en su hogar, ofreciéndole riqueza y poder. "Diógenes, ilustre griego, frente a ti tienes al hombre más poderoso del mundo. Pídeme cualquier cosa: riqueza, poder, yo te lo puedo dar". Diógenes lo miró, dubitativo, desde su cama en la basura. "¿Cualquier cosa?". "Cualquier cosa" respondió orgulloso Alejandro. "Entonces, Alejandro... córrete un poco, que me tapas el sol".
El peculiar comportamiento de Diógenes también llevó a asociarlo con lo que hoy conocemos como Síndrome de Diógenes, una afección psiquiátrica de la esfera de la ansiedad en que el paciente es incapaz de deshacerse de objetos, porque "algún día podrían ser útiles", y paulatinamente se va rodeando de basura. Suelen descuidar su aseo personal. Algunas variantes confieren a la basura un poder místico y protector.
Hablando de acaparar cachivaches, hoy ordené mi pieza hasta la perfección. Me deshice de una pila de cosas asombrosas. Encontré un montón de fotos que no me interesaba guardar.
Foto:
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Valparaíso
27 de julio de 2011
Justicia para Tron
El 29 de Junio, hice un asquerosamente extenso post (lo borré) revisando el OST de Tron: Legacy.
No le daba una buena apreciación. Pero es porque oí el soundtrack aislado, como una pieza quirúrgica, artificialmente desvinculado de su origen.
Pero ya no más, porque vi la película, y cambió radicalmente mi idea. Daft Punk creó una herramienta espectacularmente bien engranada en el film, al servicio del film. Estupendo, correcto, preciso... en fin, la pura banda sonora hace que ya sea digna de verse; pero además, la película es bastante mejor que lo que me esperaba. Una pieza de entretención consistente, y Jeff Bridges delivers.
Also, OLIVIA - PERFECTION - WILDE (en un papel delicioso):
No le daba una buena apreciación. Pero es porque oí el soundtrack aislado, como una pieza quirúrgica, artificialmente desvinculado de su origen.
Pero ya no más, porque vi la película, y cambió radicalmente mi idea. Daft Punk creó una herramienta espectacularmente bien engranada en el film, al servicio del film. Estupendo, correcto, preciso... en fin, la pura banda sonora hace que ya sea digna de verse; pero además, la película es bastante mejor que lo que me esperaba. Una pieza de entretención consistente, y Jeff Bridges delivers.
Also, OLIVIA - PERFECTION - WILDE (en un papel delicioso):
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Tron
26 de julio de 2011
La Cúspide de la Civilización
Habla de los grandes logros que la comunidad humana ha desarrollado. Primero, la conquista de la agricultura; luego, la magia de la química. La metalurgia llevada a extremos de exquisitez; el progreso de la globalización y la conectividad, en su largo viaje desde Saint Louis, MO; y por qué no, la democracia, en su humilde costo de doscientos noventa y nueve pesos.
Eres hermosa. Suave, exacta, áurea de proporciones, tienes el volumen preciso y te bastas a ti misma, autosuficiente con tu práctico sistema de apertura superior. Tu boquilla dorada me invita. Después de usada, te conviertes en un juguete al que podemos lanzar, disparar, pisar, y un sinfín de etcéteras.
Eres perfecta, mi bella lata de Báltica.
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25 de julio de 2011
"Porque éramos jóvenes y la noche, la oscuridad es terrible para los jóvenes, aunque sea una negrura desencadenada y glacial como aquélla. Los jóvenes deberían estar hechos de manera que al ponerse el sol entraran en una especie de estado de coma, en un sopor impermeable a la oscuridad, a ese secreto y nostálgico sentimiento de frustración y de deseo insaciable, sin objeto"
Mistral, William Faulkner, del libro Estos Trece.
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Noche,
William Faulkner
24 de julio de 2011
La Tía Raquel
La Tía Raquel ya era nonagenaria cuando yo era un pescado pre-teenager, y legendaria también. Era esa tía que nunca se casó, que olía a recónditamente viejo, que se seguía tiñendo las canas, y de la que siempre se hablaba como arqueando las cejas.
Cuando murió fue como si la muerte hubiese pasado con un viento, como una cosa extraña, hermosa y desconocida, que sucede en la vereda de al frente, desde lejos. Se murió la Tía Raquel. Ah.
Fue lo primero que pensé cuando leí este y este post, de una Raquel que parece ser bastante cercana o por lo menos conocedora mía.
Y yo sigo pensando y pensando y seguro que la Tía Raquel sigue siendo la única Raquel en mi corta y animosa vida. No sean tímidos.
Cuando murió fue como si la muerte hubiese pasado con un viento, como una cosa extraña, hermosa y desconocida, que sucede en la vereda de al frente, desde lejos. Se murió la Tía Raquel. Ah.
Fue lo primero que pensé cuando leí este y este post, de una Raquel que parece ser bastante cercana o por lo menos conocedora mía.
Y yo sigo pensando y pensando y seguro que la Tía Raquel sigue siendo la única Raquel en mi corta y animosa vida. No sean tímidos.
22 de julio de 2011
5 de julio de 2011
I win
Hoy me paré frente al público y hablé. Y no me dolió la guata, ni me faltó espacio, ni hubo desagrado. Simplemente lo hice. Como antes, disfrutándolo, dejándolo fluir. Y me di cuenta que era como hace un año, como antes de enfermar, y voilà, descubrí que entonces ya no estoy
Todo es como antes. Puedo hacer mi día y sentir que aporto, puedo hacer comentarios inteligentes y otros no tanto, puedo pararme y hablar, puedo mirar las hojas y los edificios y el cielo y los colores, decir que las mujeres son lindas,
Puedo ser yo otra vez.
I win.
(El tema es bueno no más, no tiene nada que ver. Pero de vez en cuando me acuerdo de la línea lo condecora, y ora frente a la aurora, y siempre la recuerdo como se arrodilla, llora, frente a la aurora, que tiene un no sé qué de culminación iniciática y viene mejor con este post)
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