A la salida de pabellón, sonaba White Flag. Como mi sistema límbico vive convencido de que tengo 15 y ovarios, no pude dejar de sonreírme al pensar en lo natural que me cae la letra, y que en verdad, me gusta Dido. Después trate de acordarme quién era Dido, de verdad Dido, y no pude. Con esa media sonrisa del que se ríe de sí mismo, me cayó el recuerdo de la vez en que casi por si acaso toqué esa canción con la Edith a cargo del canto, y cielos que gustó (Edith canta pero muy bien, sacamos lugar en el concurso, no me lo esperaba), y me di cuenta que eso es en cierto modo to become full circle. Verdad que yo escuchaba Dream Theater.
***
Con Matías comentaba que la oscuridad en la vida del interno se puede medir en cómo sus estánderes se empobrecen, y cosas más y más nimias se convierten en la (única) fuente de felicidad. Hacerse el café con la cantidad exacta de endulzante; que la mascarilla quede realmente bien puesta y no se caiga ni moleste en la nariz. Pues haberme visto hoy; fuime a hacer lustrar los zapatos, quedaron como nuevecillos, y mi cara, sol de la mañana radiante, qué felicidad. De reojo se me coló en la alegría la observación que el lustrín (voy al que está al lado del unimarc de la Católica) usa zapatillas, qué sinsentido. Luego pensé con algo de culpaextrañezasorna que no es tan diferente de un psiquiatra que ha probado dos IRSS distintos (si usted está leyendo ese link, no, no es por esa penúltima indicación, ¿queda claro?). Luego me di cuenta que no, que es precisamente lo opuesto.
***
"Yo soy el que camina delante del Señor;
el que abre las puertas
y el que las vuelve a cerrar"
- Anónimo,
Plumón indeleble sobre mural al acrílico en gran formato, 20x15 cm aproximadamente,
en uno de los pilares de cemento que sostienen el paso bajo nivel de Apoquindo en Américo Vespucio
No hay comentarios:
Publicar un comentario