This is all so boring if you're not here, my sun.
Ya no me acuerdo bien cómo eras,
quién eras,
cuándo eras.
Para qué.
Estoy solo aquí,
y las luces
y las voces
permanecen
me rodean.
No hay, No hay, No estás.
Mi sol: No estás.
(Limpiando unas carpetas me encontré esto, fechado el 07/07/2010. No es nada de especial, pero me gustó nuevamente la cadencia. Escribo para mí)
Lo que hace que la realidad sea más ancha, lo que patea el límite un poco más allá, lo que hace a la verdad algo DINÁMICO... Neología es, en extensión, lo nuevo. Pero no con intención rupturista: Es el crecimiento.
Advertencia
Este blog NO es el blog del Médico Juan - Ignacio Reculé Rivera. Si usted busca a ese facultativo, puede encontrarlo AQUÍ.
7 de agosto de 2012
6 de agosto de 2012
Campos de Estudio
"camino, paro
sigo caminando
y me pregunto dónde llegaré
hallaré así mi hallazgo?
no hago caso,
rebelde paso
un vaso con agua
me canso
pienso descanso duermo sueño
y necesito el olor del placer
el deseo del amor el sexo de una mujer
soy aquel que permanece siempre así
yo soy aquel que permanece siempre así"
- Salazar / Lagos, "Melaza"
"Lo peor es tener buenas ideas antes de acostarse; no son tan buenas, pero te inquietan lo mismo"
Un staff me preguntó el otro día cuál era el plan de ruta en mi vida académico; le expliqué más menos los qués y los porqués, y me miró un rato y dijo calidad de vida. ¿Por qué tienes esas cosas tan claras ahora, tan chico? respondí en función de la hija y todas esas vainas que suenan bien, la parte de yo entré a esta carrera para ser un hombre libre y no un esclavo me la guardo porque todos tenemos ropa tendida en ese campo. El tipo era sutil porque quedó como para adentro y después hablamos justamente de eso, de los hijos, y que se daba cuenta que la carrera tira para el lado opuesto de la vida y que él se había creído salmón pero que le resultaba más o menos, tirando para menos. Y se quedó pensando.
Parece que sí, que tengo claro que hay que vivir 40 años más con la carrera y quererla así, como viene, desgraciada, tirana, brutal, a menos que derechamente giremos el volante hacia otras latitudes. Mientras Tiro de Gracia me traía desde los noventas el futuro, la default network se me puso a hacer lo que hace mejor, combinar todo esto con todo aquello, y entonces JI por qué no preguntarse ¿qué sucede? ¿que no tengo esa misma claridad para con generar parejas, a saber, la gran tarea de mi vida?
Quizá en verdá soy un tarado medible en unidades astronómicas y en verdad no quiero tener a alguien para ser feliz, quizá sólo soy una rata egoísta y quiero el trophy-wife, alguien fermoso que me corone. Pero en verdad no es verdad, si sé que mientras más par es mi par, más me maravillo y me gozo y me siento envuelto en una bufanda de nirvana. ¿Entonces qué? ¿Me he vuelto lo que nunca quise ser (cfr. a Dream Theater y su Octavarium), un ser plagado de dignidad, inmóvil, frenado por los considerandos?
Tal vez qué. No lo sé - Quizá otra cosa impide la expresión de la sabiduría. He hallado un problema irresoluto, y qué si no eso
es un Campo de Estudio.
Parece que sí, que tengo claro que hay que vivir 40 años más con la carrera y quererla así, como viene, desgraciada, tirana, brutal, a menos que derechamente giremos el volante hacia otras latitudes. Mientras Tiro de Gracia me traía desde los noventas el futuro, la default network se me puso a hacer lo que hace mejor, combinar todo esto con todo aquello, y entonces JI por qué no preguntarse ¿qué sucede? ¿que no tengo esa misma claridad para con generar parejas, a saber, la gran tarea de mi vida?
Quizá en verdá soy un tarado medible en unidades astronómicas y en verdad no quiero tener a alguien para ser feliz, quizá sólo soy una rata egoísta y quiero el trophy-wife, alguien fermoso que me corone. Pero en verdad no es verdad, si sé que mientras más par es mi par, más me maravillo y me gozo y me siento envuelto en una bufanda de nirvana. ¿Entonces qué? ¿Me he vuelto lo que nunca quise ser (cfr. a Dream Theater y su Octavarium), un ser plagado de dignidad, inmóvil, frenado por los considerandos?
Tal vez qué. No lo sé - Quizá otra cosa impide la expresión de la sabiduría. He hallado un problema irresoluto, y qué si no eso
es un Campo de Estudio.
"and i think of all the good things
that we have left undoneand i suffer premonitions
confirm suspicions
of the holocaust to come
the rusty wire that holds the cork
that keeps the anger in
gives way"
- Waters, "Two suns in the sunset"
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1 de agosto de 2012
Bitácora Urbana
A la salida de pabellón, sonaba White Flag. Como mi sistema límbico vive convencido de que tengo 15 y ovarios, no pude dejar de sonreírme al pensar en lo natural que me cae la letra, y que en verdad, me gusta Dido. Después trate de acordarme quién era Dido, de verdad Dido, y no pude. Con esa media sonrisa del que se ríe de sí mismo, me cayó el recuerdo de la vez en que casi por si acaso toqué esa canción con la Edith a cargo del canto, y cielos que gustó (Edith canta pero muy bien, sacamos lugar en el concurso, no me lo esperaba), y me di cuenta que eso es en cierto modo to become full circle. Verdad que yo escuchaba Dream Theater.
***
Con Matías comentaba que la oscuridad en la vida del interno se puede medir en cómo sus estánderes se empobrecen, y cosas más y más nimias se convierten en la (única) fuente de felicidad. Hacerse el café con la cantidad exacta de endulzante; que la mascarilla quede realmente bien puesta y no se caiga ni moleste en la nariz. Pues haberme visto hoy; fuime a hacer lustrar los zapatos, quedaron como nuevecillos, y mi cara, sol de la mañana radiante, qué felicidad. De reojo se me coló en la alegría la observación que el lustrín (voy al que está al lado del unimarc de la Católica) usa zapatillas, qué sinsentido. Luego pensé con algo de culpaextrañezasorna que no es tan diferente de un psiquiatra que ha probado dos IRSS distintos (si usted está leyendo ese link, no, no es por esa penúltima indicación, ¿queda claro?). Luego me di cuenta que no, que es precisamente lo opuesto.
***
"Yo soy el que camina delante del Señor;
el que abre las puertas
y el que las vuelve a cerrar"
- Anónimo,
Plumón indeleble sobre mural al acrílico en gran formato, 20x15 cm aproximadamente,
en uno de los pilares de cemento que sostienen el paso bajo nivel de Apoquindo en Américo Vespucio
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Consumo.
"La contracultura como bien de consumo" escribió el Leo hace poco en su muro del caradelibro. No es infrecuente ver alocuciones airadas de este tipo llamando a la reflexión sobre el hecho - aparentemente - escandaloso de que estamos inmersos en una sociedad de consumo: "Eres lo que tienes", "Consumo, luego existo"; está el ambiente lleno de otras similares.
En primera instancia, parece un horror plenamente compartible. En efecto, la sociedad de consumo lleva a las personas a individuarse por medio del mismo consumo. Como el consumir es dinámico, insustentable y rápidamente obsoleto, su ejercicio conduce a un sistema de identidades que caduca constantemente, llevando a un profundo desarraigo cultural, a una competencia económico-clasista, y a la imposición de más consumo con objeto de mantener la identidad. Es una no-identidad que está permanentemente puesta en duda, generando angustia y prácticamente obligando a perpetuar el consumo, so pena de "dejar de ser". Desde donde se lo mire, una catástrofe sociológica. En la medida que la novedad barre con la tradición, el sentido de pertenencia se difumina y se vuelve una plataforma móvil, frágil, que no genera sustento emocional: para "ser parte", se debe "tener parte" lo que impone una carga sobre el núcleo humano productivo que es, ya se ha visto, inabordable.
Básteme para ejemplificar lo anterior dar una comparación que me viene rondando hace un tiempo. Cuando ideamos el sentido de pertenencia de los mapuches, lo hacemos en torno a elementos tradicionales, inconsumibles, y sobre todo, permanentes. El lenguaje, la vestimenta, la facies. Elementos que no permutan. Por el contrario ¿Cuáles son los elementos de persistencia, de continuidad, en la cultura huinca? ¿Qué hilvana al chileno promedio de hoy con el chileno promedio de hace, digamos, 100 años? El lenguaje ciertamente no, es cosa de observar la brecha generacional entre individuos separados por escasos lustros; la vestimenta intercambiada con períodos de apenas 10 años pudiera parecer casi un disfraz. Podemos buscar y quizá entre los cerros de escombros hallar algo (¿La debilidad por los mostos de baja calidad?).
Claramente esa cultura - la cultura central de occidente, si se quiere - es una no cultura, en la medida que no ofrece ninguno de los puntos de apoyo, de catapulta al individuo que un aparato simbólico debiese otorgar. Por el contrario, se configura como un elemento de opresión, que confina al ente, predelimitando sus obligaciones, sus aspiraciones, y su sistema completo de existencia. Atrapando en vez de liberar; atemorizando en vez de segurizar. Relativizando el punto de referencia al trastocarlo en un punto de diana.
¿Cómo es esto posible? La individuación es un proceso curioso. El humano, a través de asimilarse lo más posible a sus pares, busca hacerse único; por medio de la repetición, generar novedad. Si se enfrasca en el proceso de compra para poder hacer la similitud, se estanca en esa fase, teniendo que perpetuar la adquisición como medio de participación en la cultura; pero cada vez que comenzaría el proceso de hacerse único, su pertenencia se hace caduca, porque ya hay un más grande televisor, un más nuevo automóvil. Sólo la minoría logra tener recursos suficientes para mantenerse sobre la cresta de la ola de la renovación de los bienes asequibles, para poder progresar en la adquisición de aquellos bienes "de especiación", que comulgan con su íntimo plan de desarrollo. Todo esto, claro, a expensas de un esfuerzo cuestionable en la medida de lo saludable.
Pese a lo anterior, no puedo sino concordar: Todo es un bien de consumo. La cultura es un bien de consumo, el arte es un bien de consumo, la bondad es un bien de consumo, la paz es un bien de consumo. Soy lo que consumo. La alternativa al mundo de consumo es retornar al aislamiento en aldeas, la renuncia de lo urbano y, aunque duela decirlo, sus placeres y licencias. El consumo es el hijo del comercio, y el comercio es la única forma de conseguir los granitos de mostaza para esa receta que me alegra la tarde, o las cuerdas de guitarra para esa noche de canciones. No es arriesgado decir que la humanidad ya adoptó el camino del comercio; el consumo es indesligable.
Sin embargo, debe entenderse el consumo en un contexto amplio: consumir es asimilar, es incorporar al yo. Replanteado (o más bien, mejor entendido) así, el consumo puede reinterpretar su función de motor de pertenencia. El no consumo, por ejemplo, puede ser un modo de participación; el consumo dirigido, también. Esto requiere de nuevas nociones de comunidad, claro está; no las dictaminadas desde el sector productivo (cuyo interés es producir y vender, no generar identidad; es la sociedad la que malprocesa esto y lo vuelve piedra de sostén a la identidad), sino comunidades pre-hechas que consumen. De este modo, efectivamente yo soy lo que consumo; pero en este consumo lo que se expresa es una libertad dominada de incorporar al yo soy los beneficios que una sociedad de comercio ofrece.
Primeramente, porque una sociedad de comercio diversifica; en el acto de consumir, radica la individuación por igualdad, pero en el qué consumo, la especiación, una especiación más rica, más completa, dinámica, como puede ser dinámica la naturaleza humana, reconocida como piedra de igualdad no el tomar todos la misma opción, sino estar todos en el acto de optar. Luego, porque la sociedad de comercio beneficia a todos en el intercambio (en la medida en que todos tengamos ello en mente, claro, y no optemos por el abuso). El consumir deja de verse como el fin, sino como herramienta.
La exigencia estriba, por supuesto, en que toda herramienta debe usarse para un propósito; es esta finalidad la que hoy se encuentra perdida, permitiendo que el medio se troque en destino, haciendo de una sociedad de comercio, su versión degenerada, una sociedad de consumo. Es este propósito el que hay que replantear; el que hay que inculcar en nuestros hijos. Es este propósito, en definitiva, el acto más profundamente humano, más obligatoriamente revelador de nuestra libertad. Justamente, el acto final del que estamos declinando participar. Teniéndolo, el acto de consumo se desprende de sus vicios impuestos por su enajenación como fin en sí mismo, y se vuelve naturalmente en el brazo de la autodeterminación y desarrollo.
Porque yo soy lo que consumo; pero primero, Yo Soy.
30 de julio de 2012
"When the doors of perception are cleansed, man will see things as they truly are, infinite"
-William Blake
Sucede que a veces soy más amplio que mí mismo.
Hay un sitio (un nivel) donde la elación se redistribuye en algo más divinizado - de una divinidad pantéica - y cuando la metilxantina sobrepasa el nivel los límites se hacen ásperos y luego ya no están:
Soy todo el vagón, soy amplio y los siento a todos en mi seno
en el pecho de mi pecho
amplio y ya no quepo en mí mismo
pero así también entonces me encojo de pronto
y soy diminuto, invisible, miserable
y luego ya no tengo un tamaño, y todo lo que me arraiga es mi mano aferrada hasta que suelto y soy la mano
Y hoy la miraba
y me di cuenta que no era mi mano
que en algún momento - antes - ya no era mi mano, era la mano
y yo mismo entero ya no era, otro. En el vagón me había mezclado y de pronto la verdad
es que yo antes no había sido, y otro me suplantó sin darme cuenta.
Luego retorné lentamente, pero mi mano, la veía y la veía y era nueva, estaba allí, y me maravillaba. Lentamente reestructuraba los límites de la presencia propia y volví a tener un nombre.
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28 de julio de 2012
La Renuncia
Toda renunca en un hombre joven es falsa. Resulta fácil defender este punto parapetado en el nido de águilas que es hoy ser un hombre joven que renuncia. Quizá para un hombre viejo se me presentarían más problemas con el enunciado, empero, y según que tan abotagada por la soberbia esté su inteligencia, persevero en que la sentencia es extensible a la humanidad completa.
Renunciar no es más que hacer espacio, liberar área en esa superficie (¿ánima, alma, mente?) para achurar alguna otra trama, alguna otra dirección que rellene lo escindido y despojado, algún otro color, más opaco, más brillante, tal vez sólo diferente, que pueda venirle al conjunto. Sobremanera en un yo en expansión, como un hongo atómico con su onda de choque, resulta vano tratar del espacio vacío; ser una marea que explota contra el oleaje de un universo viejo e infinito obliga a que cada transiente burbuja sea llenada de inmediato. Epicuro, Diógenes, aún los ascetas no son más que caras de un mismo dado, elementos secuenciales en un mismo evento, continuo, alternante: sondas con las cuales se mide el fondo y al mismo tiempo se ancla al fondo.
Aceptado esto, obliga a la noción del yo divino e infinito. De la corrección cósmica en cada acción.
A veces me pregunto qué rol cumple el yo que escribe (aquí, por ejemplo) en ese infinito. Lo que me obliga a ahondar un poco en qué es escribir, arriba de todo considerando que no-escribir se presenta como acción tan válida - en cuanto enriquecedora - que escribir.
No lo sé.
Pero escribir es una manera especial de leer, y leer - si se bien lee - es quizá uno de los mejores productos de trueque para La Renuncia - la mejor manera de sondear la infinitud, si se quiere. Yo leoescribo como una pelota de espejos. La luz me pega encima y yo difracto, en direcciones.
Marguerite Yourcenar en cambio escribe en un disco condensador. Recibe la luz de miles de soles y luego un haz de partículas-onda, como un rayo.
A continuación, pedazos de las Memorias de Adriano, quizá el libro de filosofía más sincero y universal; escojo sólo lo relativo al hombre, pero es también un hermoso tratado de gobierno, sustentabilidad, y humanidad.
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27 de julio de 2012
Ars Poética según M.Y.
Paráfrasis a Marguerite:
El rol del poeta consiste en
imponer su pensamiento a las palabras
pese a la inercia en ellas
que gravita desde la rutina
y desde el lugar común, que no son sino
puntos distantes de la recta del significado: sus extremos
si cabe
hablar de tal cosa en una recta.
El poeta la devuelve (a la palabra)
al hermoso
vacuo
lugar incierto
innominado
e impreciso
que vaga en algún punto entre ellos.
El rol del poeta consiste en
imponer su pensamiento a las palabras
pese a la inercia en ellas
que gravita desde la rutina
y desde el lugar común, que no son sino
puntos distantes de la recta del significado: sus extremos
si cabe
hablar de tal cosa en una recta.
El poeta la devuelve (a la palabra)
al hermoso
vacuo
lugar incierto
innominado
e impreciso
que vaga en algún punto entre ellos.
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Poesía,
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25 de julio de 2012
One of Those Days
Cuando la vida te da limones, haz limonada.
Pero hay veces que la vida te suelta del poli a las 12 del día, y entonces todo es hermoso porque puedes ir a comprar ese regalo que tenías pendiente y encontrar lo que estabas pensando exactamente, y después juntarte a conversar con el Leo.
Luego puedes ir al MNBA. Aquí me detengo un poco. Es la tercera vez que voy desde que instalaron la curatoría de Nicanor Plaza, Maestro de Escultores. Todas las veces he dado las gracias por ir, todas las veces he salido bañado en la magia lustral de lo perfecto. Vayan. Vayan y échense 40 minutos por estatua, vayan y vuelvan a ir, admiren la sombra que hacen los pechos de la Quimera. Pasen a saludar a la Rocher et la Mousse de Daillion (hoy y para siempre, con su pelo largo y sutil, sus manos delicadas, su vientre sutil, mi ideal de belleza perfecta). En serio. Cuesta 600 pesos adultos y 300 pesos estudiante. Vayan al MNBA. Pasen a caminar por el forestal antes para entretenerse, inviten a la pololi o a los hijos o vayan solitos, pero vayan al Museo.
La muestra de Plaza y sus discípulos es abismante. La perfección anatómica, anonadante. Highlights que usted tiene que ir a ver: La forma en que las alas de la quimera translucen; el equilibrio dinámico entre la cabeza de la quimera y el torso de la mujer; las rosas en los pies de ambos, la corona de flores de ella. Si está con energía, pase a ver también El Descenso. Es un tratado de escultura: el cuerpo perfectamente exangüe del Cristo; el cuerpo perfectamente en tensión del discípulo que lo sostiene; el tratado de "pelo" que es María Magdalena; el tratado de "tela" que hay al costado izquierdo de la obra. Y si es fijón y le dedica su tiempo, se va a dar cuenta que hay sólo un punto, un lugar en donde puede mirar solamente al discípulo que sostiene al cristo, y que tiene una cara de viejo-con-pena perfecta.
En serio. Vaya al museo.
Luego puede como yo al GAM en un acceso de feminidad e irse de shopping y llevarse un Hahn y un Arteche a la casa (¡se murió Arteche! el mejor sonetista de Chile, probablemente), llegar a comerse unas tostadas con huevito, descargar un par de discos (el OST de Tron, por Daft Punk, y el OST de Blade Runner, por Vangelis, altamente recomendados ambos), escuchar y escuchar música; poner la misa de Requiem de Mozart para leer PDK, de Baradit y Cáceres; leer un poco más de Yourcenar, tejer un par de puntos en una bufanda que no se acaba nunca, y dormir.
Pero de fondo, igual de importante que tener un día plenamente de gozo epicúreo, es la sorda tranquilidad que aún sé qué hacer conmigo mismo; no he entrado en la etapa de desidia, rutina y vacío en esta autorelación. No estoy obsoleto para con mi propio cuerpo, para con mi propia alma. Aún soy yo, y el tiempo no me ha deshecho como temía.
Time for blossoms.
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Nicanor Plaza,
Sobre Mí
18 de julio de 2012
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