Quiero tener el rostro de alabastro;
Quiero fingir en tu dormir guardia
esfinge protegiendo tu sagrado
cual si a blasón no fuérete el sol dado
y no fuera yo el que medra en tu savia
Quiero ser el heraldo de la rabia
en cada nimia afrenta que tu hädo
enriquezca a tus pies; y en ese estado
quebrar tu duda en roca que no cambia.
Ser el mar de tu nave en las cuadernas
cuando navegues presurosa el roble,
Helena o vellocino, todo al doble,
Aunque esto signifique quema eterna
En la furia tendida de tu ästro
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