Cada vez que me preguntan por el asunto de la vocación - lo que no sucede poco, 50% de las veces que uno responde medicina la articulación del interlocutor es uy para eso hay que tener vocación, cómo se te ve eso a ti -, doy un mini discursito de cómo yo hubiese estudiado música si me hubiese atrevido, pero no me daba el cuero.
Manos torpes, brazos torpes, oídos sordos. Destacaba en música un poco en el colegio, pero es porque cualquier tuerto destaca donde son los ciegos. Porque soy mateo y le pongo pinolli a las cosas que hago si me gustan. Y cada vez que escucho el The Incident me acuerdo de eso. De lo que podría haber sido y no fue, de las cosas que no puedo ser nunca ya no más.
Y es difícil cuando tu disco favorito te da la depresiva, porque para emo si que no estoy.
Manos tontas, futuros inciertos. Sé hacer pocas cosas con las manos. O sea, realmente bien. Ser algo por mis manos, ser artesano o herrero o algo. Saber hacer lo mejor. Porque cosas hago, puedo percutir un pulmón decentemente o buscar derrames articulares, pero, como todo lo que hago, no soy el mejor. No me ganaría una vida haciendo esas cosas. Y menos pensar en la guitarra o algo así. Bien para los amigos, si es que.
Quiero tocar guitarra hasta que el sol estalle y quedemos todos iluminados por una esfera negra y sediciosa, rockear hasta que se cierren las portadas de las iglesias y las nubes oculten el cielo. Quiero no tener límites y saltar en forma físicamente perniciosa, destructiva, quiero cruzar aldeas y mares y ser un licántropo. Quiero mirar mi cuerpo y ver algo, una verdad inmediata. Quiero sentir la tierra sucia y los pliegues del cuerpo.
3 comentarios:
Alimentando tu depresión, quiero recordarte la visión a futuro, que no sé si te la dije a ti o a otro, que algún día quizás tengamos el dinero y el tiempo para tener todos los instrumentos que nunca pudimos tocar, pero para entonces seremos treintones, pelados, canosos y gordos; y probablemente con hijos que nos pedirán que no toquemos cuando inviten a sus amigos, es que se avergüenzan. TOMA ESO.
Ahora también, te recuerdo que el Jorge Drexler, el mismo que ganó un Óscar a la mejor canción inédita y que la está rompiendo en el segmento Chicas Guapas+Fernando Salinas, es doctor en Medicina especializado en otorrinolaringología.
Yo creo que no podemos dejar que Labarca y su equipo se salga con las suya y nos apaguen el inmenso talento musical que precisamente no tenemos.
Propongo componer o, en su defecto, intepretar más seguido. Ahorré pesito a pesito y me compré una quena la semana pasada, pero me da pena ver que la pobre está en el último rincón de mi pieza, debajo de un turro de hojas y apuntes de endoscopía y weás de gastro.
¿Qué decis?
(En un retro comment, sepa el público que el post anterior de míster Felipe Castillo se convirtió en un tremendo de tema próximo a convertirse en exitazo hitazo party changa non ever stop de toda la vida y la historia, pronto soon)
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