Cirugía. Hay algunas reflexiones que son inevitables cuando Pancho Valdés está ahí, cuchillita en mano, metiéndose con una elegancia que no le puedo escatimar adentro de una arteria. La historia de la humanidad es la historia de la Guerra, oí o leí alguna vez, en algún lugar. Está claro que la herramienta sólo existe como tal en la mano que la empuña: ¿Qué es un martillo? El bisturí es una espada pequeñita, el veneno, el átomo, no son nada hasta que alguien las toma y blande.
Poética y cliché nº 1: El uso que damos a las cosas determina nuestra civilidad. La humanidad es la que decide si un objeto es para dañar o para salvar, si la lluvia de los mesones es para iluminar una ciudad o para arrasarla. Es triste que la inteligencia del hombre se emplee en buscarle a las herramientas un uno bélico, pudiendo dedicarse a curar, a sanar, a dar vida.
Nº 2: Entonces los objetos no tienen una naturaleza. "Esto es una cuchara" se convierte en una observación espúrea; lo más lejos que pudiera llegar es "esto es un trozo de metal", puesto que su naturaleza de cuchara es transiente, es cuchara mientras en ello la empleo, segundos más tarde es un encrespador de pestañas, o un arma blanca para sacar ojos, quién sabe. Podríamos con justicia sólo nombrar las cosas en función de propiedades naturales. O mejor aún, "Esto está siendo una cuchara". Todo esto se hace aún más relativo en la lente del intervalo que queramos emplear al nombrar. Eso es ahora un papel, ¿pero luego?
Permítame creer que profundizo.
No es descabellado aventurar hoy que el grueso de la investigación energética y de materiales tiene un trasfondo bélico, por lo menos desde el punto de vista en que el financiamiento fluye desde actores interesados en este tipo de aplicaciones. Lo que puede ser un poco más aventurado es decir que esto siempre ha sido así.
El desarrollo de cada adelanto es necesariamente un evento de agresión, y en esto radica la naturaleza misma del progreso. Esto pues una sociedad en equilibrio es estática; no requiere progresar. El acero se desarrolla para optimizar el combate. Cualquier civilización de paz no requiere ciencia ni adelantos. Es por eso que la utopía de la industria hermanada y sustentable es una sin razón. El buen salvaje no estaba tan errado después de todo; aquel que quiera aferrarse a la civilización de mejoras tiene que asumir la guerra, pero no ya como un subproducto de un mundo revuelto; por el contrario, es el crecimiento de la guerra como fuerza motriz la que genera tecnología aprovechable en tiempos de paz.
Tenía maneras más lindas de expresarlo pero las olvidé.
El desarrollo de cada adelanto es necesariamente un evento de agresión, y en esto radica la naturaleza misma del progreso. Esto pues una sociedad en equilibrio es estática; no requiere progresar. El acero se desarrolla para optimizar el combate. Cualquier civilización de paz no requiere ciencia ni adelantos. Es por eso que la utopía de la industria hermanada y sustentable es una sin razón. El buen salvaje no estaba tan errado después de todo; aquel que quiera aferrarse a la civilización de mejoras tiene que asumir la guerra, pero no ya como un subproducto de un mundo revuelto; por el contrario, es el crecimiento de la guerra como fuerza motriz la que genera tecnología aprovechable en tiempos de paz.
Tenía maneras más lindas de expresarlo pero las olvidé.
Cese de la Inteligencia
Qué me dices del invento del fuego
del acceso a la transcavidad de los epiplones
el solenoide y su poder magnético
la ecuación de disociación enzimática.
La rotación de los cultivos,
las pantallas basadas en capacitancia.
El punto gancho corrido.
La física de Einstein – Bose,
el psicoanálisis del mito,
y los textos de Campbell sobre eso.
Los bikinis de Maitencillo.
Nuestra labor,
nuestro trabajo,
es tiempo de detenerlo,
es tiempo de estar completo.
Ya el saldo está hecho.
Matamos a los dioses;
hemos pagado muy bien,
así pues vete ya,
Vete ya,
Prometeo.